El adjetivo es una parte de la oración. Califica o determina al sustantivo mediante una subordinación de índole descriptiva, numérica, ordinal, extensiva. Los tratadistas del estilo recomiendan emplear con sobriedad el adjetivo: donde hay uno no hacen falta dos. Ahora bien, el periodismo mantiene aprensiones contra el adjetivo también por razones técnicas.
La nota informativa, por su esencia objetiva, impersonal, exige la ausencia de ciertos adjetivos, en particular aquellos que implican una opinión atribuible al periodista. La nota informativa más que calificar le corresponde informar. Habrá que valorar al comentar lo que pasa, no al contar lo que pasa. De cualquier forma, si fuera imprescindible el calificativo, lo técnicamente procedente sería reproducirlo en palabras de una fuente, de una voz autorizada por su dominio o sus vínculos del universo interior de la información, para salvar al reportero de una inclusión perturbadora.
La acumulación y jerarquización de hechos, cifras y opiniones ajenas logran la credibilidad del enunciado. La nota informativa, esto es, la noticia, ha de permanecer pura, incontaminada, sobre todo de opinión. Como indica Alex Grijelmo en su Estilo del periodista, un discurso, por ejemplo, se valora en la nota informativa utilizando verbos que maticen la expresión. No solo el personaje «aseguró, aseveró, dijo, añadió, declaró, apuntó», sino «espetó, resaltó, anticipó, lamentó, bromeó, ironizó, precisó, enfatizó». La noticia no es palabrería. Y el abuso del adjetivo calificando todo de histórico, trascendental, único, o de sus opuestos, invalida la eficacia de la información. Un dato vale por mil adjetivos. (Luis Sexto, comentarista de Juventud Rebelde)
PERSONA SINGULAR
El periodista es una persona singular y admirable, desconfiada, escéptica, ágil, osada, que cuando está tras la noticia es irrefrenable y no atiende más razones que las encomendadas para contar lo que pasa. Para el verdadero periodista trabajar para su medio es una obsesión, a él le da tiempo, salud, cerebro, horas de sueño, horas de alimento y a veces hasta su vida, y cree que el sol sale cuando alguien lee lo que escribió.
DISPOSICIÓN PARA ESCRIBIR
Fórmulas exactas de aplicación universal para redactar no existen. Sí, hay en las Normas de Redacción recomendaciones que permiten al periodista de agencia de noticias crear las mejores condiciones para escribir. Es innegable que al empezar uno tiene que estar consciente de que se introduce en un proceso doloroso; si al terminar de hacerlo no siente dolor o fatiga, quiere decir que no se esforzó lo suficiente. Por eso es importante estar relajado y dispuesto a escribir cuantas veces sea necesario, hasta encontrar las conexiones para hacer caer al lector en la red tendida por el periodista.
LAS MULETILLAS
Entretanto, por otra parte, por otro lado, de su lado, en otro orden de información, asimismo, por último, finalmente, de otro lado, por su parte, a su vez, además, son algunas de las muchas muletillas que se utilizan a diario en nuestros despachos. Con ellas solo logramos alargar los párrafos y enturbiar el sentido de la oración, sobre todo, cuando se colocan en el medio de ella, como ocurre con frecuencia. Evitemos las muletillas y el uso reiterado de gerundios en beneficio de la precisión y la contundencia informativa.
DESPACHOS VICIOSOS
Hay frases y muletillas que por el uso indiscriminado de los redactores convierten nuestros despachos sino en iguales, al menos en parecidos. Vemos como aumenta por día «en este contexto», «en el marco de la», «el ministro local», «el canciller local», «el dirigente local», «en ese sentido», «además», «el oficialista»….
AÚN/AUN
La partícula aun llevará tilde (aún) y se pronunciará como bisílaba cuando pueda sustituirse por todavía sin alterar el sentido de la frase. Ejemplos: Raúl aún está enfermo; está enfermo aún. En los demás casos, es decir, con el significado de hasta, también, inclusive (o siquiera, con negación), se escribirá sin tilde. Ejemplos: Eduardo habla tan alto que aun los sordos han de oírlo; ni hizo nada por él, ni aun lo intento.
UN CONSEJO
Es necesario tener presente que un dato vale por mil adjetivos y una fuente apropiada garantiza seguridad a nuestro trabajo.
EN EL MARCO DE
La forma «en el marco de» se puede utilizar con toda legitimidad, cuando es empleada de manera figurada para referirse, tanto a un ambiente o paisaje que rodea algo, por ejemplo: «En el marco del valle de Viñales, surgen los singulares mogotes propios de Pinar del Río e Isla de Pinos»; como al querer significar los límites en que se encuentra un problema, etapa histórica, etcétera. Así aparecen las siguientes oraciones: «En el marco de la ley penal esa acción no está calificada como delito» y «No cabe duda alguna que en el marco de la intervención militar estadounidense en Cuba, cualquier gesto para hacer valer la soberanía futura de la República Cubana, como la oposición radical a la Enmienda Platt por parte de Juan Gualberto Gómez y el Marqués de Santa Lucía, fueron actos de genuino y altísimo patriotismo». Sin embargo, es recomendable no abusar de la expresión «en el marco de», y variar lo que se ha ido convirtiendo en una constante con el objetivo de hacer uso de frases como «en el contexto», «en el escenario», «en el ámbito», y quizás algún modo más.
BUSCAR MATICES
En nuestra labor diaria se hace necesario la búsqueda de matices e intencionalidad (no confundir con manipulación). No es lo mismo escribir el presidente dijo… que el presidente afirmó, comentó, reconoció, sostuvo. Para contribuir al mejor desempeño de nuestros redactores, damos a conocer una serie de verbos útiles como acusó, advirtió, adelantó, exclamó, exigió, insistió, objetó, observó, pronunció, recalcó, ratificó, replicó, siguió, subrayó.
(Fuente: boletín Los muñequitos, PL)
Tomado de Cubaperiodistas
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