Hombre multifacético, abarcador de un versátil universo de conocimientos, José Martí se interesó hace más de un siglo por un tema de ocupación constante en la actualidad: los desastres naturales.
Una minuciosa investigación del ingeniero geólogo Nyls Ponce nos permitió conocer cómo el Maestro aludió en sus trabajos periodísticos a la vulnerabilidad del hombre ante las catástrofes y la forma en que enumeró y evaluó las pérdidas materiales y de vida que ocasionaban.
Supo sensibilizar a través de sus artículos a la opinión pública acerca de las secuelas que tras de sí dejaban esos fenómenos.
El ingeniero Ponce destacó que no se puede soslayar la actividad periodística martiana al abordar estas situaciones. Todos sus escritos periodísticos acerca de esa temática, la mayoría realizados en Nueva York, fueron publicados entre 1875 y 1889 en la prensa, principal vehículo de divulgación que utilizó. Se inscriben dentro de las primeras manifestaciones de su periodismo científico-técnico, del cual fue precursor también en América Latina.
Su vigencia es tal que permite examinarlos de acuerdo con la clasificación y temáticas actuales, como los hidrometeorológicos, que abarcan las tempestades, sequías, nevadas e inundaciones, vinculados a estos tipos de procesos exógenos que afectan al planeta Tierra.
Fueron preocupaciones de José Martí los desastres que conciernen a las condiciones higiénico-sanitarias y ambientales, y a las epidemias que afectaron la época en la cual él vivió.
Narró aspectos de la vida de los barrios pobres de Nueva York y de México, así como la presencia de la fiebre amarilla en Jacksonville y Senegal y la pelagra en Italia.
Martí reflejó para la historia de la ciencia tanto el concepto de miasma (emanación perjudicial desprendida de cuerpos enfermos y sustancias en descomposición), como los descubrimientos sobre microbios realizados por Pasteur.
Se refirió al Apóstol a otros estragos como los fuegos, descarrilamientos de ferrocarriles, choques, pérdidas de bosques y otros desastres de su época, que ocurren igualmente hoy.
En general, según recoge la investigación del geólogo Nyls Ponce, nuestro Héroe Nacional nos legó con su magistral pluma los cuadros descriptivos y su posición ante los desastres que conoció y de su principal protagonista: el hombre, el cual aporta víctimas y héroes.
Al respecto escribió Martí: “…siempre lanzado a la tierra por un enemigo que no ve, siempre levantándose, aturdido del golpe, pronto a la nueva pelea”.
Ese mismo hombre va en ayuda de su prójimo, pues según describió el Maestro así son las catástrofes y los dolores, lazos buenos de ayuda y unión, originando por sobre el egoísmo de la vida cotidiana una de las mayores virtudes, como es la solidaridad.
“Únanse los hombres para socorrer a los hombres; no se ha ahogado la voz común en el ser humano”, sentenció José Martí.
María Elena Balán S.
Fuente: Cubaperiodistas
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