Mi hermana Alba cumplió años: ¡Felicidades, mi hermanita! Aunque creo que ya no queremos cumplir ni un añito más ni tú ni yo. Pero estamos vivas que es lo fundamental y con muchos deseos de vivir. Fuiste a ver a Virginia, se alegró mucho, pero regresaste muy agotada, aunque valió la pena, ella se alegró muchísimo y conversaron con Cary, lástima que yo haya quedado acá, fuera del jolgorio, es que no siempre ocurre lo que una quiere. Hoy nos veremos acá, por suerte, dentro de muy poco.
Alba es un amor, muy buena, yo diría que demasiado, muchas veces le he dicho que si es de azúcar, se la comerán las hormigas, parafraseando el refranero popular.
Tiene un hijo muy buen mozo, cariñoso, que se llama Ubaldo (que cumplió años el mes pasado y que debí escribir algo sobre él pero estaba de vacaciones), y este a su vez a Ubaldito. Ambos Ubaldos son los mayores amores de Alba, y no es para menos, los hijos y los nietos son nuestra continuación. Lo digo por experiencia.
Su nieto Ubaldito.
Además es una excelente hija y hermana, también esto me toca de muy cerca.
Le encantó Andy, mi nieto cuando lo conoció. No es que me ciegue la pasión, no, pero ese nieto mío tiene un encanto muy peculiar.
Con mi nieto Andy.
Lástima, mi hermana, que estemos algo lejos, tú en ese Cienfuegos que tanto encantó a Benny Moré (Cienfuegos es la ciudad, que más me gusta a mí) y a mí también, es mi cuna, y yo en Santa Clara, inspiradora asimismo de canciones como ese Rucu rucu a Santa Clara de Irakere.
¡Te deseamos felicidad y salud no solo en tu cumpleaños, sino todos los días!