Desde “Historias de la Revolución”, primer filme estrenado después de la creación del Instituto Cubano del Arte y la Industria Cinematográficos (ICAIC), hasta la actualidad, han trascurrido 50 años y lo cierto es que la cinematografía cubana, desde sus pioneros hasta los realizadores más jóvenes, ha dado y da aliento a la cultura nacional.
En medio siglo de fundado el ICAIC —24 de marzo 1959—, surgieron directores de la talla de Tomás Gutiérrez Alea, Humberto Solás, Santiago Álvarez, Julio García Espinosa, Sara Gómez, Pastor Vega, Enrique Pineda Barnet, Fernando Pérez, Juan Carlos Tabío, Octavio Cortázar, Rogelio París y Juan Padrón, entre otros, que han sabido reflejar la realidad con una mirada precisa y objetiva sin prescindir de lo artístico.
Cintas inolvidables, merecedoras de incluirse entre las principales antologías universales del séptimo arte, han hecho trascender al cine cubano. Entre las más significativas resaltan “La muerte de un burócrata”, “Lucía”, “Memorias del subdesarrollo”, “La última cena” y “Los sobrevivientes”.
Si de título se trata hay que destacar también “La bella del Alhambra”, “Clandestinos”, “Un hombre de éxito”, “Madagascar”, “Fresa y chocolate”, “El elefante y la bicicleta”, “La vida es silbar”, “Miel para Ochún”, “Suite Habana”, “Barrio Cuba”, “Viva Cuba” y “Kangamba”, entre otros.
Los actores cubanos también han estado a la altura de esta cinematografía que marcó el nacimiento de una nueva manera de crear. Raquel Revuelta, Eslinda Núñez y Adela Legrá son los rostros femeninos del cine cubano, pero también lo son Deysi Granados, Isabel Santos, Beatriz Valdés y Luisa María Jiménez, y entre los masculinos Sergio Corrieri, Mario Balmaseda, Manuel Benavides, Mario Limonta, Luis Alberto García y Jorge Perugorría.
En medio siglo de existencia la cinematografía cubana se ha caracterizado por su gran aceptación entre los propios espectadores de la isla, acostumbrados a estar en contacto con los mejores filmes de la región desde el I Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, en 1979.
Precisamente, la creación del ICAIC hizo posible el surgimiento de ese Festival que en 30 años ha permitido que realizadores y espectadores cubanos puedan apreciar filmes de países de la América Latina y el Caribe. Un intercambio que ha hecho posible el reconocimiento a las cinematografías de Brasil, Argentina, México, Perú, Chile y Puerto Rico, entre otras.
En este 24 de marzo, aniversario 50 del ICAIC, la primera institución cultural creada por la Revolución, es imprescindible evocar a Santiago Álvarez, el documentalista cubano por excelencia, quien en el arte de las 24 imágenes por segundo mostró con su talento acontecimientos nacionales y extranjeros a través de los noticieros ICAIC, y en documentales como “Now”, “Ciclón”, “Hanoi, martes 13” y “Mi amigo Fidel”, entre otros.
Desde “Historias de la Revolución”, de Tomás Gutiérrez Alea, estrenada en 1960, hasta la actualidad, el cine cubano continúa siendo fiel a su génesis, porque su nacimiento fue vital y lleno de frescura tras el advenimiento del triunfo de la Revolución en 1959, y con realizadores y actores veteranos y noveles.
Lydia Esther Ochoa
Fuente: Radio Angulo
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