Cienfuegos, la ciudad que me vio nacer, cumplirá 190 años. También fue cuna de mis abuelos, mis padres, mis hermanas, mis primos, en fin, casi de toda mi familia. Por eso está aquí, en VerbiClara, porque no podía dejar de nombrarla en este aniversario.
Cienfuegos: el origen de un nombre. Por Alejandro García Rodríguez
Cienfuegos, la Linda Ciudad del Mar o la Perla del Sur como también se le conoce, fue fundada el 22 de abril de 1819 por Don Luis Juan Lorenzo De Clouet y Piettre, coronel de los reales ejércitos españoles con 36 colonos de origen francés y algunos españoles y criollos que se le incorporaron en La Habana.
Pero en realidad lo fundado por De Clouet no fue una ciudad, ni una villa, sino una colonia a la cual se le dio por nombre Fernandina de Jagua, Fernandina en honor de Fernando VII, rey de España por aquel entonces y Jagua por ser este el nombre que le daban los nativos a lo que pudo ser el cacicazgo de Jagua.
¿Por qué entonces el nombre de Cienfuegos que ha llegado hasta nuestros días?
Es el propio fundador de la colonia quien en 1823, encontrándose en la corte española, expone un informe ante el rey y plantea por vez primera que: «atendiendo a que nuestro digno general José Cienfuegos ha sido autor y protector de tan útil establecimiento, solicito de VM se titule al pueblo situado en el barrio de su nombre Villa de Cienfuegos, por ser el paraje más adecuado según demuestra el plano para capital de la colonia».
¿Quién era el general Cienfuegos que menciona De Clouet y por que razón se propone su apellido para nombrar la capital del nuevo asentamiento?
José María Ignacio González de Cienfuegos Jovellanos nació en Gijón, Principado de Asturias, España el primero de febrero de 1763, hijo de Baltazar González de Cienfuegos, Quinto Conde de Marcel de Peñalba y de Betina Jovellanos, hermana del insigne intelectual español Gaspar Melchor de Jovellanos.
José ingresó muy joven a la vida militar con apenas 9 años. A lo largo de su carrera participó en acciones de guerra importantes contra los ejércitos ingleses y franceses, entre ellas podemos mencionar el cerco de Gibraltar y el enfrentamiento español con la armada del Almirante Nelson en 1797 en la bahía de Cádiz.
Al iniciarse la guerra de liberación nacional contra los franceses se incorpora a la misma en la ciudad de Oviedo. Terminada la guerra es nombrado miembro del Consejo Supremo de Guerra. El 2 de junio de 1816 es nombrado Capitán General de la Isla de Cuba. Durante su gobierno se realizó el tercer censo de la Isla, se concedió a La Habana el título de Siempre Fiel y quedó abolida la trata negrera por convenio firmado entre España e Inglaterra. Fomentó la agricultura y el comercio a merced de la supresión del estanco y la declaración de puertos libres.
Dado lo nocivo del clima cubano para su salud, pidió varias veces la liberación del cargo, la que le fue concedida el 29 de agosto de 1819. De regreso en la península figuró en el Partido Constitucional y desempeñó el Ministerio de la Guerra. Al restaurarse el absolutismo en 1923 volvió al Consejo Supremo de Guerra, del que nunca dejó de formar parte. Fallece en Madrid en 1825.
José Cienfuegos, basado en la Real Orden de Fernando VII emitida el 21 de octubre de 1817, por la cual se promovía el aumento de población blanca, acoge con beneplácito la propuesta hecha por De Clouet el 8 de enero de 1819 de fundar una colonia con ciudadanos franceses en la región de Jagua; por esa razón el 9 de marzo de 1819 se suscribe el contrato de colonización correspondiente, así mismo brindó todo su apoyo al proyecto, inclusive aportando fuertes sumas de dinero a la empresa colonizadora.
La Colonia Fernandina de Jagua a pesar de los constantes inconvenientes naturales y humanos como epidemias, huracanes, rencillas personales, envidias, etc., logró un franco crecimiento económico en unos pocos años, a fuerza del empeño y tesón que desprendieron sus habitantes para hacerla prosperar, destacándose el sector ganadero y sus derivados, el cultivo del café y tabaco, así como la producción de cera y la exportación de maderas.
Es debido al creciente desarrollo económico de la región que el 20 de mayo de 1829, apenas transcurridos 10 años de la fundación de la colonia, el rey de España, Fernando VII, declara por capital de la Colonia Fernandina de Jagua al pueblo situado en el barrio de Cienfuegos, concediéndole el título de Villa de Cienfuegos para perpetuar de esa manera el apellido del distinguido Capitán General. El título queda oficialmente registrado en el folio primero del libro de actas del ayuntamiento el 15 de enero de 1830 y es a partir de esa fecha que se le comienza a llamar Cienfuegos a esta región del centro sur del país.
Además de nuestra ciudad existen otras localidades en España denominadas Cienfuegos. Una de ellas es un pequeño puerto ubicado en las estribaciones septentrionales de la Sierra de Picos, ubicado entre las provincias de Oviedo y León, considerado el más occidental de los puertos de la cordillera Cantábrica. La otra población con idéntico nombre es San Esteban de Cienfuegos, parroquia ubicada en el Concejo asturiano de Quirós, a 47 kilómetros de Oviedo, capital del Principado.
La génesis de este topónimo se debe al apellido Cienfuegos que es oriundo de los concejos asturianos de Allende, Cangas del Narcea, Oviedo y Gozón, el cual más tarde pasó a otras regiones españolas. Su origen viene dado por la leyenda conocida como de los cien paladines. Cuenta la leyenda que García González de Quirós, jefe de 100 paladines cristianos atacó un campamento moro compuesto por unos 10 000 efectivos, García González ordenó a sus hombres encender teas y lanzarse monte abajo en busca del enemigo con la consigna de apagar las antorchas una vez alcanzada la base de la colina y subir nuevamente y recomenzar la operación a fin de dar la impresión de que era un numeroso ejército el que atacaba. Los moros cayeron en la trampa y abandonaron el campamento desordenadamente. El rey en pago de los servicios prestados otorgó la gracia a García González de Quirós el derecho de usar escudo de armas el cual estaba compuesto de cinco fuegos en campo sangriento.
De esta forma llegó a nosotros el nombre de nuestra ciudad, que surgida como una pequeña colonia, llegó a ser una de las ciudades más importantes de Cuba y hoy se yergue majestuosa irradiando su ecléctica belleza de ciudad portuaria.
Fuente: Azurina
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