Tres primos míos fueron llevados a los Estados Unidos en ese engendro llamado Operación Peter Pan, dos se reunieron rápidamente con sus padres, y fueron absorbidos por aquel sistema. Una no se reunió con sus padres enseguida, pasaron varios años para que volviera a tenerlos junto a ella y jamás ha podido olvidar aquella separación. Fue entregada a un matrimonio estadounidense y no a su tía, porque tenía dos hijos varones, y había que precaver… En sus palabras, cuando recuerda, «es como una herida a la que le echaran sal…» En aquellos tiempos se preguntaba: «¿Qué hago yo aquí?» No siente sus raíces ni allá ni aquí, es una de las tantas secuelas que les dejaron a estos niños. No ha vuelto a Cuba, pero no rompió la comunicación con su familia, como los otros dos.
Más detalles sobre esta maniobra de los Estados Unidos a continuación:
La Operación Peter/Pedro Pan, un crimen contra la infancia cubana
Por Arturo Chang
Invitamos a debatir en nuestros Foros de Discusión este material tomado del sitio digital cubaminrex, a propósito del Día Internacional de la Infancia.
La obsesión por desestabilizar el país y destruir la Revolución tuvo en los años 60, uno de sus capítulos más aborrecibles en la llamada Operación Peter Pan. A través de esta, 14 mil niños cubanos fueron separados de sus hogares, utilizando el engaño como herramienta, y trasladados a Estados Unidos.
Los servicios especiales estadounidenses fabricaron y difundieron profusamente el rumor de que el Gobierno Revolucionario retiraría la patria potestad a los padres con relación a la educación y cuidado de sus hijos. Fue montada y ejecutada con el apoyo del gobierno de Estados Unidos una criminal operación de traslado de niños cubanos hacia su territorio, los que eran forzados a viajar sin la compañía de sus padres.
La Operación Peter Pan constituyó la mayor maniobra de manipulación con fines políticos de niños que se recuerde en el hemisferio occidental y fue también uno de los más tristes episodios en la historia de la emigración cubana hacia Estados Unidos. Muchos de aquellos niños fueron enviados a casas de adopción, orfelinatos, e incluso, a establecimientos penitenciarios para delincuentes juveniles de 35 estados de la Unión.