Por Carlos Vidales
He visto el debate de UNASUR y me quedan algunas preguntas sin responder.
1- Dijo el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, refiriéndose al acuerdo firmado con los gringos: «El artículo 3 establece que las bases no se pueden usar para asuntos internos de otros Estados».
Excelente, muy bonito. Pero ocurre que el acuerdo oficial firmado en febrero de 1903 entre el presidente Theodore Roosevelt, de EE.UU., y el lacayo incalificable de Tomás Estrada Palma, Presidente de Cuba, para cederle a los gringos la bahía de Guantánamo, dice en su artículo 2: «The grant of the foregoing Article shall include the right to use and occupy the waters adjacent to said areas of land and water, and to improve and deepen the entrances thereto and the anchorages therein, and generally to do any and all things necessary to fit the premises for use as coaling or naval stations only, and for no other purpose.»
Mis preguntas: ¿Se ha cumplido esto, se ha respetado esto? ¿Cómo se puede creer a los gringos, quienes a la vista de todo el mundo no han tenido reparos en violar su propia palabra y han usado Guantánamo como base para provocaciones interminables contra Cuba y, últimamente, como campo de concentración y centro de torturas, en abierta violación de sus propios compromisos y de todas las normas internacionales sobre respeto a los Derechos Humanos? ¿Por qué van a cumplirle la palabra a Colombia, cuando no se la han cumplido a Cuba y han mostrado su incumplimiento con cinismo, desprecio por la opinión pública mundial y alevosía?
2- El «acuerdo» entre Teddy Roosevelt y el lacayo incalificable de Estrada Palma dice en su artículo 1: «The Republic of Cuba hereby leases to the United States, for the time required for the purposes of coaling and naval stations….»
Mis preguntas: ¿Cuál es el término del «time required» establecido ahora en el acuerdo entre Colombia y los gringos? ¿Hay un plazo preciso, o es la misma fórmula infame, vergonzosa, monstruosa, del tiempo sin límites, que se aplicó para Guantánamo? ¿Es el presidente Uribe un auténtico Jefe de Estado, o es un lacayo incalificable como el miserable y repugnante Tomás Estrada Palma?
3- Dice la Constitución de la República de Colombia que la presencia de tropas extranjeras en el territorio nacional puede ser autorizada por el Presidente «previa autorización del Congreso».
Mis preguntas: ¿Pidió el Presidente Uribe autorización al Congreso para firmar su acuerdo con los gringos, sobre las siete bases militares? ¿Recibió esa autorización formal del Congreso? ¿Nos pueden informar de los nombres, apellidos y títulos habilitantes de los congresistas que dieron esta autorización?
4- Más preguntas: Ahora que el Auschwitz del Caribe, Guantánamo, se cierra como campo de concentración y centro de torturas, ¿cuál base colombiana se habilitará para esos efectos? A los colombianos que no estamos de acuerdo con el Presidente Uribe, ¿nos van a secuestrar en cualquier país del mundo y nos van a llevar en secreto a Palanquero, o a cualquiera otra de las siete bases, para hacernos fusilamientos simulados, ahogamientos simulados, y aplicarnos otras «técnicas de interrogatorio» de factura gringa?
5- Dijo el Presidente Uribe en UNASUR: «Aquí no estamos discutiendo cosas livianas de soberanía nacional o de temas jurídicos…»
Mis preguntas: ¿De cuándo acá son «livianos» los asuntos de soberanía nacional? ¿De cuándo acá son «livianas» las cuestiones del Derecho Internacional?
Yo pienso que en vez de hablar de plebiscitos y referendos para reelegir presidentes, los colombianos deberíamos convocar plebiscitos y referendos para aprobar o reprobar la presencia de tropas extranjeras en nuestro territorio. Así sabríamos, de una vez por todas, si somos un país de gente digna o una nación de lacayos repugnantes.
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