Sigue inspirado mi amigo colombiano Carlos Vidales; esta vez, con un poema en el cual reflexiona acerca de las tantas muertes injustificadas que ocurren a diario en nuestro planeta.
SEÑORA HERMANA MUERTE
La señora hermana Muerte
llora por los rincones
desolada.
La han dejado sin trabajo.
Si va a cumplir su cita con un cliente
le dicen: llegó tarde, señora,
a éste ya lo mataron.
Lejos están aquellos días inocentes
cuando la señora hermana Muerte
y nadie más
estaba autorizada a segar vidas.
Todos matan
por mayor y al menudeo
y a nadie le importa el libro de citas
de la señora hermana Muerte.
Nadie se libra, ni los enfermos.
Los virus y microbios
han firmado contrato con las grandes empresas
para matar a unos pocos
y vender falsas vacunas a millones:
“No es personal, amigo, son negocios”.
Señora hermana Muerte,
yo te prometo
luchar por tus derechos naturales
así tenga que morir en el empeño.
Carlos Vidales
Estocolmo, 2009-12-28
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