La segunda y última sesión del X Festival de la Prensa Escrita en Villa Clara, significó asumir nuevos retos en el quehacer profesional de los redactores, fotógrafos, humoristas, diseñadores, correctoras y directivos del periódico Vanguardia.
En el plenario hubo consenso en que hoy adquiere mayor preponderancia la interactividad con los lectores, bien sea mediante el correo electrónico o la posibilidad de comentar las informaciones en el ciberespacio. Se trata de herramientas de retroalimentación que se implementarán progresivamente en la edición digital del órgano de prensa provincial.
La jornada estuvo matizada por un ameno conversatorio de los miembros del colectivo del suplemento Melaíto, sobre cómo desde el humor también se puede contribuir a la defensa de los Cinco Héroes, prisioneros políticos del imperio.
«Los caricaturistas cubanos y en particular los de Villa Clara —señaló Pedro Méndez Suárez, director de Melaíto— nos hemos dedicado a sostener un intercambio más asiduo con Gerardo Hernández [está en la foto superior, hasta ahora inédita, al lado de su esposa Adriana], a quien recordamos muy vagamente como el más callado y comedido del grupo humorístico Aspirina.
«Sabíamos que era el creador del personaje Pepino, que firmaba como Nordelo en una tirita de Palante donde criticaba situaciones sociales. Pero la primera referencia exacta que tuvimos de él, fue cuando se comentó que Nordelo —así firmaba y firma sus caricaturas—, había traicionado a la Revolución. El hecho se comentó mucho entre los humoristas. Luego, cuando se informa la verdadera causa por la cual salió de Cuba comenzamos a identificarlo mejor y a definir acciones para apoyarlo. No solo por ser colega nuestro, sino también por ser el que recibió el mayor e injusto castigo.»
«A él y sus cuatro compañeros de lucha está dedicado el mayor mural —de 82 metros de largo— que existe en Cuba contra el terrorismo. Participaron casi todos los humoristas del país. Ahí está el espacio de Gerardo y esperamos que algún día venga a hacer personalmente su caricatura. Así nos lo hizo saber en uno de los tantos mensajes que él nos ha enviado.»
El joven colega Yandrey Lay Fabegrat disertó sobre Periodismo y Literatura: El lector de hoy «está hambriento de leer historias. Pero contadas con elegancia, en cuya elaboración predominen la narración y la descripción. Sin dejar de cumplir la función informativa y educativa de la prensa». Durante su exposición argumentó el criterio de que los reporteros pueden elaborar productos comunicativos más variados, con la intención de entretener y al mismo tiempo analizar profundamente los problemas sociales, e incluso, proponer cómo solucionarlos.
En el periodismo, subrayó, se maneja la palabra, al igual que los médicos utilizan el bisturí. Y en ese riesgo corresponde a los redactores de noticias sugerirle al lector ideas. Hay que asombrarlo hasta dejar que decida por sí mismo. En ese empeño podemos y debemos acudir a las técnicas literarias. Ambos, periodismo y literatura, son deportes mágicos que se ejercen y combinan según el estilo de quienes lo practican.»
Otro de los temas debatidos versó sobre las normas de redacción, estilo y diseño de Vanguardia, las cuales se reajustan de acuerdo con las tendencias actuales del periodismo escrito y digital.
Fuente: Osmaira González, periódico Vanguardia
Tomado de Alocubano
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