El modesto Kwong Wah Po es el único periódico que se edita en idioma chino en Cuba, donde ha sobrevivido durante más de ocho décadas a pesar de los altibajos del Barrio Chino donde se edita.
Tipo tabloide con cuatro páginas, tres de ellas en chino y la última en español, Kwong Wah Po (Diario China Brillante) circula con un tiraje de 600 ejemplares al mes y va dirigido a la colonia china con informaciones nacionales e internacionales, pero también inserta las actividades entre las asociaciones radicadas en la isla. El montaje de las páginas en chino es completamente manual, mientras que en la de español se utiliza un linotipo del año 1900 para parar los textos. El emplane es también manual.
Edita 26 números al año, o sea tiene salida quincenal.
La publicación, que circuló por primera vez el 20 de marzo de 1928, es considerada el órgano oficial del Casino Chung Wah, institución que agrupa a toda la comunidad china en la isla.
Ubicado en la calle San Nicolás, al lado del restaurante El Pacífico, en el populoso Barrio Chino de La Habana, su proceso poligráfico no es digitalizado, sino se realiza por técnicas antiguas.
En la publicación trabajan ocho personas, tres de ellos chinos, entre ellos Guillermo Chiu, su editor en jefe, quien llegó a Cuba en 1951 desde Cantón.
Reclamado por el amor paterno, Chiu trabajó primero en el comercio minorista del padre y más tarde se vinculó al periódico «Wah Man Sen Po», uno de los cuatro órganos de prensa que circulaban diariamente en la década de 1950, con una tiraje de unos 3.500 ejemplares mensuales.
Al reajustarse la política editorial en la década de 1970 y ante la escasez de papel en la isla, se unificaron el diario nacionalista Man Seng Yat Po, el demócrata Hun Men Kon Po y el comercial Wah Man Sen Po, y quedó sólo el Kwong Wah Po.
Chiu explicó que el periódico garantiza algunas suscripciones, entrega cortesías a embajadas y el resto se comercializa de manera directa en la sede de la publicación y en la periferia del Barrio Chino por 20 centavos de peso cubano (20 centavos de dólar).
Emplanar las páginas en chino es sumamente trabajoso por ser una operación completamente manual. Deben montarse en las cajas los textos y los titulares. Disponen en la imprenta de alrededor de 8 mil caracteres chinos, de los cuales unos cinco mil se utilizan con frecuencia.
La rotativa es una autoplana, marca Duplex, fabricada en Estados Unidos en 1902, una de las primeras que llegaron a la isla, tiene ahora una entrega limitada a 600 ejemplares que cubren la demanda. Esa rotativa fue donada por la comunidad china de Nueva York.
En perspectiva, está previsto digitalizar el proceso editorial y las instalaciones actuales quedarán como un museo.
El Barrio Chino de La Habana comenzó a conformarse a finales del siglo XIX. Una década después unos 10.000 chinos residieron en 10 manzanas de esa zona, quienes comenzaron a abrir pequeños establecimientos comerciales como fondas, lavanderías, zapaterías y talleres de reparación de relojes. También se abrieron bodegas para la venta de víveres al detalle, como aves y pescados secos, farmacias, sederías, tiendas, restoranes, cines y teatros para representaciones operísticas asiáticas.
Poco a poco surgieron las sociedades hasta sumar unas 60 que agrupaban a los chinos y sus descendientes.
En 1893 se creó el Casino Chung Wah, recién reconstruido por la Oficina del Historiador de La Habana, donde se ayudaba a los chinos a resolver sus problemas, incluso era sede del consulado.
De los 60.000 chinos que algunos aseguran hubo en la isla a principios de la década de 1950, momento de mayor esplendor de esa comunidad, quedan unos 300, de ellos un centenar en La Habana, pero se estima que los descendientes en todo el país alcanzan los 20.000.
(Fuentes: Agencia Xinhua/Publicaciones Seriadas de Cuba/New America Media)
Interesante y sobre todo aDMIRABLE la propia conviccion de este grupo de ciudada chinos que desde hace 80 años mantienen viva la llama del derecho a mantener INFORMADO A LA POBLACION CUBANA con las noticias frescas a que conozcan la verdad,la realidad por mas cruda que esta sea nos han dejado ver que todo tipo de sociedad necesita de esta agua transparente que sacia nuestra sed de libertad como es la verdadera INFORMACION y el derecho a la Libre Expresion ,al Derecho de Prensa,en cualquier idioma o caracteres.
Envidiable conducta oriental,que no deja de ser un fiel reflejo de la constancia y la paciencia asumida por la sociedad occidental ejemplo tambien para nuestra sociedad latinoamericana.
P.F.Julio Lupo Chaparro Hidalgo
«Hno. Willy»
Miembro de la Federacion de Periodistas del Peru
Registro F.P.P.6135
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