Con la presencia del intelectual y político cubano Armando Hart Dávalos y el Historiador de La Habana Eusebio Leal Spengler, quedó inaugurada una tarja conmemorativa a la figura de José Francisco Martí Zayas-Bazán, Ismaelillo, hijo del Apóstol José Martí, en el Centro de Estudios Martianos (CEM), ubicado en la calle Calzada esquina a 4 en el municipio capitalino de Plaza de la Revolución.
A solo 6 días de cumplirse 96 años de que el Ismaelillo se mudara a la gran mansión con su esposa María Teresa Bances Fernández-Criado, fue develada la tarja por la excelentísima figura de Eusebio Leal, quien pronunciara las palabras de inauguración y afirmara que en su opinión el Héroe Nacional de Cuba, José Martí, se sentiría orgulloso al ver el acto que se acaba de realizar, pues homenajear a su hijo es como homenajearlo a él.
“El Ismaelillo decidió venir a luchar por la independencia de Cuba, cuando aún no había alcanzado la plenitud de la adolescencia, con solo 15 años de edad. La madre, Carmen Zayas-Bazán, en cierta ocasión escribió una carta al generalísimo Máximo Gómez donde se refleja grandemente el dolor de una madre que manda a su vástago a una guerra. Por lo tanto los historiadores y los cubanos en general, no tenemos nada que objetar, sino que honrar a quien supo venir con las armas en la mano e incorporarse a las tropas de Calixto García, y quien pudo combatir en las principales batallas de Oriente y recibir el grado de Capitán, y a quien finalmente fuera el último testigo de la verdadera historia de las horas finales de su padre el 19 de mayo de 1895.”, argumentó el doctor Spengler.
El historiador de La Habana explicó también cuán difícil había sido para José Francisco Martí Zayas-Bazán, llamarse José Martí, sin serlo pues todos exigían de él lo máximo poniéndolo en muchos casos en comparación o en contradicción con la figura de su padre. “En muchas ocasiones le reprocharon al Ismaelillo que fuese lo que su padre no llegó a ser en la vida pública”, expuso Eusebio.
Fue el 24 de febrero de 1926 cuando José Francisco Martí Zayas-Bazán se instaló en la mencionada mansión habanera de la calle 4, y permaneció ahí hasta su muerte el 22 de octubre de 1945, mientras que su esposa María Teresa Bances Fernández- Criado vivió en ese sitio hasta el 10 de octubre de 1980, hasta su muerte. Ella decidió no dejar su casa a manos de herederos, sino que prefirió entregarla a la Revolución para que se dedicara a una obra martiana con el objetivo de honrar la memoria del Ismaelillo.
Aquí actualmente radica el Centro de Estudios Martianos, una institución encargada de promover y fomentar el estudio de la vida, obra y pensamiento de José Martí. Y en esta ocasión se presentó, además, el Anuario # 33 del Centro, que muestra a los especialistas y estudiosos de la obra del Apóstol, una selección de los trabajos más sobresalientes presentados en el Coloquio Internacional José Martí, Unidad y Revolución.
(CMKC)
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