Otros podrán guardar silencio ante las declaraciones del Papa Benedicto, pero yo no puedo.
Cuando menos me parece una declaración poco feliz afirmar el fracaso de las ideas del marxismo, cuando la situación que atraviesa el planeta es expresión rotunda del fracaso de las nobles ideas de Jesús, aquel nacido en un pesebre a quien la Iglesia que se supone consagra niega con su boato, con sus lujos y con su complicidad con los ricos a los que él, Jesús, negó la entrada al reino de los cielos, porque sabía que tantas riquezas para unos era pobreza segura para otros. (más…)