En tu cielo promesas
de estrellas encendidas,
y el verde de tu mar
pradera de delfines.
En tus paisajes voluptuosos
la paleta del pintor,
irreverente en su creación
parió tu nombre, Cuba.
Como un volcán en erupción
quebraste la aparente calma
del orden establecido,
con tu roja y ardiente lava.
Por eso hubo un Guillén,
un Neruda y un Guevara.
Por eso hubo poesía,
y un Fidel en las montañas.
* Argentina admiradora de Cuba.
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