Dicen los que le conocieron que añoraba regresar a Cuba, a su natal Zulueta, donde, deliraba, le harían un homenaje. Pero Antonio «Ñico Membiela» murió solo, completamente abandonado por quienes le pintaron villas y castillos, en la más absoluta miseria, inválido, en un hospicio miamense de Hialeah, a los 84 años de edad.
Lo conocí en 1959, al triunfo de la Revolución, en el entonces municipio camagüeyano de Jatibonico, donde tenía muchas amistades, todas revolucionarias. Aunque afirmaban que no era bebedor, por esos días no pude verlo ni una vez completamente sobrio en el Club Siboney, aunque increíblemente equilibrado, con una voz que no se podía comparar con las grandes voces internacionales, pero con una simpatía natural que llamaba la atención a las mujeres, no obstante su aspecto desvalido y un saco oscuro que no dejaba ni en pleno verano.
Membiela no fue para mí una figura cimera del bolero, como considero a Lino Borges y a Pacho Alonso, cuando este incursionaba en el género; pero sí hay que reconocerle que entonaba mejor las canciones que otros habían interpretado, incluso exitosamente.
Pienso que por ello se le llamó «la voz del recuerdo» y se le calificó acertadamente como uno de los cantantes más interesantes de Cuba. En este contexto descuella en 1960 una de las piezas con mayor calidad de contenido, una especie de dupla cancionero o «pegadito», Contigo-Besos salvajes, achacado erróneamente por algunos musicólogos a Estrada y Fontanar, cuando su segunda parte estaba compuesta enteramente por tres bellas estrofas del extenso poema Besos, de la chilena Gabriela Mistral:
¿Te acuerdas del primero…? Indefinible;
cubrió tu faz de cárdenos sonrojos
y en los espasmos de emoción terrible,
llenaronse de lágrimas tus ojos.
¿Te acuerdas que una tarde en loco exceso
te ví celoso imaginando agravios,
te suspendí en mis brazos… vibró un beso,
y qué viste después…? Sangre en mis labios.
Yo te enseñe a besar: los besos fríos
son de impasible corazón de roca,
yo te enseñé a besar con besos míos
inventados por mí, para tu boca
Para mí, solo el mexicano Pedro Infante fue mejor en la interpretación de Cien años. Sin esas grandes posibilidades vocales, llegaron a proclamarlo El Trovador Nacional y logró éxitos, entre otros, con Orgullo, Me robaste la vida, Trago amargo, Lo siento por ti, Dos cosas, Mi vida es una canción, Cuatro vidas, Adiós, En las tinieblas, Así, Ambición, Esperando carta y Te adoraré.
Según el investigador Rafael Lam, Ñico, en los tiempos del Ali Bar, contaba con un público superior al de Benny, y el cantante Kino Morán apuntaba que «Las mujeres iban a adorarlo, le llevaban regalos de todo tipo».
El musicólogo Helio Orovio consideró que la atracción de Membiela residía en «el rescate de una nostalgia, de una rara atracción de canciones al estilo de Pablo Quevedo —tuberculoso—, que también recuerdan a Chopín y Mozart en su depauperado estado físico», a lo que agregó Lam que a Helio le faltó decir que en todos estos cantantes hay también algo de natural, de rescate de nuevos timbres que resultan a su vez distinto, novedoso a lo que otros hicieron con esas mismas canciones.
Demasiado largo sería el trabajo si añadiéramos datos biográficos de este cantante al que el juego, la bebida y la vida disipada arrastraron en 1963 —ya con 51 años de edad— de México (donde tenía un contrato) a Estados Unidos. Las Vegas y Miami fueron escenarios de la caída de este bolerista del recuerdo, hoy tristemente olvidado.
De CubaSí
Ñico Membiela procedía de una familia de gran prosapia, española y de origen francés que en sus dos máximas representaciones se asentaron en cadiz-Malaga, a partir del cual fueron eroes en la batalla naval de Trafalgar y recreadóse junto a Liniers en la primera linea de la independencia de Argentina queriendose denominar unas veces Menvielle, por su origen francés y otras mas Membiela por su clara procedencia española. Mas el nombre -Antonio- y la historia e historiaza por mi conocida parece atribuirles el origen de la rama gallega, asentada en Ferrol_Coruña-Lugo, Monforte y Pontevedra. en cuyas comarcas tuvieron Casas Fuertes y fueron de profesión militares, medicos y abogados;… y por supuesto comerciantes.. ypor lo actual catedraticos como Pedro Membiela y escritores como Lucindo-Javier Membiela; que a mi entender son de los españoles que aiguen amando la realiadad de Cuba y Puerto Rico como sus hermanas españolas.
Soy juan vicente gomez de venezuela, amante del bolero y admirador de ñico membiela por ese estilo tan natural y sencillo de cantar. Aparte de contigo besos salvajes, siento prdileccion por el tema Diez años. Tengo un programa de radio y el Dia de su muerte, un 13 de julio de 1998, le hice un merecido homenaje, lastimaque no se le recuerde como uno declos mejores interpretes del bolero junto a )felipe pirela» el bolerista de america, quien fallecio tambien un mes de julio ( 2.7.1972). Ese dia fue declarado el dia del bolero en venezuela. Fueron unicos en su estilo y eso los hacecinmortales!!
Gracias, Juan Vicente, por su comentario. A mi tía le encantaba oír a Ñico Membiela, yo era muy niña, pero lo recuerdo, y me gustaba también oírlo. Por eso quise homenajearlo en mi blog. Saludos cordiales desde Cuba.
De repente llego con un lp
En las manos,mi padre ,de nico membiela desde ese ayer,para mi es una voz del recuerdo que no se apaga jamas!!
Estimado William, a mi tía Alicia le encantaba oírlo cuando yo era una niña, pero recuerdo su voz. NO debía olvidarse. Gracias por su comentario. Saludos cordiales
Saludos solidarios, revolucionarios, bolivarianos, chavistas, fidelistas ysocialistas. Agradezco la información que reseña sobre este «Bolerista Olvidado». Este dia estuve en una discotienda e hice una selección de buena música a buen precio, entre ellas esta de Ñico Membiela, a quien no había escuchado, pero apasionado como soy del bolero y de cuba, lo seleccioné y no me equivoqué. Lamentablemente, fue una victima más del capitalismo. Abrazos.
Saludos y gracias por su comentario, José. A mí me gusta escuchar a Ñico Membiela.
Perdón, pero Ñico Membiela no está olvidado, cada vez que oímos alguna de sus magníficas interpretaciones nos damos cuenta que cantaba muy bien y se oye mejor. Los que disfrutamos de los inolvidables años 60s nunca lo vamos a olvidar
Con el mayor respeto, somos varios los que sí lo consideramos una figura cimera del bolero en Cuba. Yo me uno a EcuRed al afirmar que Membiela es «Considerado uno de los mas genuinos boleristas hispano parlantes de más rancio abolengo y de origen cubano.» . Aquí les dejo el vínculo del artículo completo:
https://www.ecured.cu/Ñico_Membiela
No creo que Arnaldo Musa haya desdorado el valor de Ñico Membiela en su artículo, pero puede dejarle este comentario en Cubasí, de donde lo tomé. Pinche al final donde dice Cubasí y lo verá. Gracias.
Precisamente voy a llevar esta canción a un concierto que haré en unos meses, celebrando mis 70 años. Ñico es, para mí, la voz más agradable del bolero cubano de todos los tiempos, por su calidez y su humanidad, lejos de cualquier tipo de afeites.
Gracias por tener este apartado, VerbiClara.
Saludos.
Vicente Feliú
Muchas gracias, por su comentario. Me siento muy halagada porque no se imagina cuánto lo admiro. Me satisface que sienta lomismo por Ñico Membiela, aunque realmente el artículo no es mío, sino de Arnaldo Musa, y que tomé de Cubasí. Espero que televisen su concierto, para poderlo ver y oír en «Besos». Fui amiga de mi coterráneo y creo que primo suyo, Joaquín Feliú, que en paz descanse. Repito, gracias a usted por visitar mi blog y comentar. Saludos desde Santa Clara.
Kin es uno de mis primos más queridos, por loco, por físico, por simpático y no sé cuántas cosas más.
El plan es filmar el concierto para que quede en dvd. Habrá canciones de muchos autores (yo incluido), y dos o tres en inglés, incluyendo My way, de Paul Anka.
Búscame por Facebook, mi muro es Feliú Vicente.
Abrazos
Perfecto. Le contesto por correo electrónico. Abrazos
Cómo no olvidarlo si en Cuba fue totalmente prohibido… aunque hoy todos los que pasamos de 55 años lo recordamos y lo escuchamos como legado de nuestros difuntos padres …
Claro, cómo olvidarlo. Gracias por su comentario, Luis. Saludos cordiales
[…] salud precaria desde joven, el derroche y los excesos de la bohemia hacen que la muerte le encuentre abandonado en una silla de ruedas en un hospicio de Hialeah, […]
Sí, ya lo sabía. Gracias por su comentario. Saludos cordiales
El bolerista del recuerdo!
Así mismo. Gracias por su comentario tan oportuno. Saludos.