Mi juventud la pasé
por las calles de Cupido,
treinta novias he tenido
y otras tantas que olvidé.
El amor siempre llevé
latiendo en mi lado izquierdo
y ahora cuando me pierdo
en nostálgica ilusión
perfuman mi corazón
las flores de mi recuerdo.
Dalia, una rubia bonita,
simpática y atractiva,
a veces algo impulsiva,
fue mi primer noviecita.
La desprecié por Rosita,
una chinita que estaba
como me la recetaba
el médico de mi hogar,
la tuve que abandonar
porque el padre… “no tragaba”.
Después fui novio de Hortensia,
de Adelfa, de Margarita,
de Gardenia, una gordita
que era toda una eminencia.
Así llevo a mi experiencia
toda esa gama secreta
y me peleé con Violeta
que estaba requetebuena,
porque era mucha escultura
para tan poco poeta.
Y viviendo a plenitud
entre flores y mujeres,
aprendí de los placeres,
supe de la ingratirtud;
mi entusiasta juventud
se fue transformando en ruinas,
y hoy que voy por las esquinas
del amor como un demente,
de mi jardín floreciente
solo me quedan espinas.
* Leoncio Yanes, reconocido poeta y repentista. Nació en en la finca La Sabana, Camajuaní el 12 de septiembre de 1908 y falleció en Santa Clara el 7 de abril de 1987.
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