Al Festival de Invierno, que mañana concluye su 29 edición, lo distingue positivas características como ser uno de los pocos que se ha mantenido con vida durante casi tres décadas, la calidad de los trabajos presentados a concurso, y, sobre todo, la calurosa interrelación entre los participantes.
Los cineclubistas son una gran familia. El evento santaclareño se ha convertido en un espacio de camaradería, en el que los realizadores e investigadores del audiovisual confraternizan en cada jornada de trabajo.
Con ese espíritu fueron acogidos los invitados, como el actor Patricio Wood —no participaba en el Festival desde hacía casi 20 años—, quien recibió muestras de cariño y admiración de todos los presentes.
El protagonista de El Brigadista presentó en la biblioteca del Obispado de Santa Clara dos de sus últimos trabajos fílmicos: el teleplay Añejo cinco siglos, de la reconocida directora de televisión Magda González Grau y ganador del Premio Caracol en la categoría de Ficción, con las actuaciones de las primeras actrices Luisa María Jiménez y Amarilys Núñez; y una presentación promocional del filme La emboscada, de Alejandro Gil, en el que intervienen, además, Nestor Jiménez y Caleb Casas.
Wood recibió un reconocimiento por su destacada carrera y trayectoria, lo cual agradeció a los colegas que le acompañaban. En declaraciones ofrecidas a la prensa recordó que el también es cineclubista, fundador de la Cojímar Films, con la cual participó en los primeros años del Festival cuando su desaparecido amigo Miguel Secades dirigía el Cine Club Cubanacán.
En las sesiones de visualización de las obras los cineclubistas intercambian experiencias, criterios, opiniones, sugieren, aconsejan, siempre con el espíritu de sacar adelante la labor audiovisual de Cuba.
Mañana en la noche serán las premiaciones. Más allá de los galardonados, las palmas se la llevará el arte fílmico, el elemento aglutinador de estos creadores que cada día dan lo mejor de sí.
Francisnet Díaz Rondón
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