Marzo 29
Milagro en la jungla amazónica: en el año 1967, un gran chorro de petróleo brotó del Lago Agrio.
A partir de entonces, la empresa Texaco se sentó a la mesa, servilleta al cuello y tenedor en mano, se hartó de engullir petróleo y gas durante un cuarto de siglo, y cagó sobre la selva ecuatoriana setenta y siete mil millones de litros de veneno.
Los indígenas no conocían la palabra contaminación. (más…)