A Juan Gelman
después de varios siglos de ausencia
es temprano o mediodía o tarde o noche
-para el caso poco importa-
pues la ausencia de todas manera es noche
y a esa hora siempre es bueno llegar
desde donde viene este hombre
que acaba de madurar en el avión
mirando cielos soles lluvias
pájaros y sueños viejos
de su vieja ciudad
que ahora por la ventanilla ve nueva
y joven casi olvidada
imaginada en el verano (más…)