Por Osvaldo Rojas Garay
Mes luctuoso este de abril. A la muerte del escritor colombiano Gabriel García Márquez y los cantantes Sonia Silvestre y Cheo Feliciano, se une ahora la de Conrado Eugenio Marrero Ramos, a solo dos días de cumplir 103 años, para ratificarse como el más longevo de los peloteros que aún vivían con participación en las llamadas Grandes Ligas.
Nacido el 25 de abril de 1911, el Guajiro de El Laberinto, Sagua la Grande, fue uno de los más sobresalientes lanzadores cubanos de todos los tiempos. Tenía 27 años cuando ingresó en la pelota amateur organizada y participó en cinco series mundiales. En la primera de ellas, 1939, abrió la senda a los serpentineros de Cuba para superar a Estados Unidos.
En 1946 ingresó en la pelota profesional, y a la edad en que muchos se acogen al retiro llegó con 39 años a las Grandes Ligas con los Senadores de Washington, y luchó por la condición del Mejor Novato del año.
Después de su retiro, en 1958, se mantuvo en nuestro país y laboró en varias provincias, sobre todo en las orientales, donde influyó mucho en la formación del astro Braudilio Vinent.
Sobre el Premier —como también se le conocía— dijo Felipe Rojas Alou (exjugador de Grandes Ligas): «El windup de Marrero era para mí un cruce entre un molino de viento soplando aire fuerte hacia delante y un ave grande tratando de despegar hacia atrás».
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