Por Ramón Barúa Economista
Por más de 30 años, y a partir de la década del 50 del siglo pasado, trabajaba en la Embajada del Reino de Bélgica en el Perú un distinguido agregado cultural llamado Ferdinand de Trazegnies y Maeck.*
El señor De Trazegnies empezó a amar al Perú a través de su esposa, doña Rosa Granda Vásquez de Velasco, quien lo convenció para fijar su residencia en Lima.
Cuando accedió al cargo diplomático en la embajada de su país, De Trazegnies tuvo la convicción de que la principal contribución de Bélgica hacia el Perú era la de complementar la formación de jóvenes profesionales peruanos con la exigente formación académica de las universidades belgas como las de Lovaina, Lieja, Amberes y Bruselas.
Gracias a su gestión personal, cientos de jóvenes profesionales peruanos pudieron acceder a becas de la Oficina de Cooperación para los Países en Desarrollo (OCDE) para realizar estudios de posgrado en dichas universidades y complementar no solo estudios universitarios, sino prácticas profesionales en empresas belgas y viajes de estudio en las mejores universidades europeas.
Si hiciéramos un recuento de todos los personajes que se beneficiaron con esta notable experiencia intelectual, nos quedaríamos sorprendidos: filósofos, politólogos, ministros de Estado, rectores, universitarios, banqueros, empresarios, educadores, entre otros, que han ejercido y ejercen altos cargos en los sectores público y privado del país.
Hoy, más peruanos podrán beneficiarse de la enriquecedora experiencia educativa belga. Continuando con la tradición, tras la reciente visita de la princesa Astrid de Bélgica en octubre pasado, el Gobierno peruano suscribió un acuerdo de cooperación que dará la oportunidad a profesionales peruanos de alto rendimiento académico, pero de escasos recursos, de acceder a becas de maestrías y doctorados en ciencia y tecnología en universidades de Bélgica.
La visión y el compromiso del señor De Trazegnies para con los peruanos merece nuestro recuerdo y agradecimiento. Nunca le hicimos en vida el homenaje que le correspondía y por ello expreso, a través de esta nota, mi aprecio personal y el de otros profesionales peruanos, así como un reconocimiento público por el aporte cultural que hizo este distinguido belga con corazón peruano.
De El Peruano
* Padre de mi querido amigo Leopoldo de Trazegnies Granda.
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