Por Danilo Vega Cabrera, especialista del Centro Provincial de Artes Visuales
Formar parte, desde una provincia, de una selección de creadores con la cual se traza la historia del binomio fotografía y cuerpo en el arte de nuestro país, pareciera un ardid de la suerte, pero constituye, sobre todo, un buen punto a favor de la trayectoria en las artes visuales de la fotógrafa villaclareña Carolina Vilches Monzón (Santa Clara). Artista y fotorreportera del periódico Vanguardia, figura con cinco fotografías en la nómina del libro La seducción de la mirada. Fotografía del cuerpo en Cuba (1840-2013), del doctor en Ciencias Rafael Acosta de Arriba, presentado en diciembre en el Museo Nacional de Bellas Artes.
Merecedor del Premio Nacional de Investigaciones 2012 del Ministerio de Cultura de Cuba y publicado por la editorial Polymita, de Guatemala, en 2014, el voluminoso texto enfoca con sus ensayos introductorios y un despliegue de imágenes pertenecientes a cerca de un centenar de fotógrafos, la manera en que se ha interpretado el cuerpo humano y el desnudo artístico en el devenir de la fotografía cubana hasta la actualidad.
En efecto, Carolina ha tratado artísticamente el viejo tópico del cuerpo y conoce de los pruritos y tabúes sociales respecto al desnudo en general y al desnudo masculino en particular, así como de las posibilidades expresivas que la desnudez del cuerpo ha ofrecido por siglos a los artistas de la visualidad. Ese convencimiento la llevó, en un inicio, a explotar para fines artísticos el provechoso uso de figuras masculinas en la danza contemporánea, valiéndose, por supuesto, de su oficio en el medio fotográfico.
La exposición Alma desnuda con que se inauguró la cuarta temporada de «Para bailar en casa del trompo», en 2008, planteó un punto de giro hacia esos intereses. Pero, si bien la mencionada serie de fotografías ya incorporaba el desnudo masculino y magnificaba un intenso trabajo con la luz, no pasaba mucho de ser, a juicio de la artista, la prevención del obturador presionado en el lugar y el momento precisos.
En cambio, las fotografías aparecidas en el libro La seducción de la mirada, expuestas en 2009 en la muestra expositiva Espejo del alma, en esta ciudad, manifiestan variaciones conceptuales y formales al ser resultado de una búsqueda diferente. Búsqueda expresada en la coherencia interna entre la idea a trasmitir y los recursos empleados a ese fin: la vieja separación entre el cuerpo y el alma, o entre lo físico y lo espiritual tan añejamente examinada en el pensamiento filosófico y recreada en otras tantísimas expresiones de la cultura artística, se traducen en peculiares composiciones, en el modo en que se distribuyen los elementos conformadores de estas imágenes.
El autorreconocimiento, la indagación interior, las complejidades del sujeto, nos llevan a «Reflexiones», «Convergencias» y también «Divergencias», nombres de las series publicadas: desencuentros, encuentros y fricciones del ser humano consigo mismo, con los cuales procuramos, en último término, la armonía interior. Ello explica la elocuencia de estas «imágenes especulares» como Carolina gusta llamarles, planteadas desde la expresividad y el histrionismo en rostros y cuerpos de los modelos y a partir de un énfasis simétrico que posiciona al individuo ante su propio reflejo en el espejo o en el vacío…
Carolina ha sido afortunada al contarse entre los incluidos en La seducción de la mirada…, obra que al registrar una nómina básicamente habanera de fotógrafos del cuerpo, precisará de futura continuidad, de ampliación de esas indagaciones. De hecho, en Santa Clara contamos con algunos otros posibles aspirantes. Por lo pronto, esta primera revisión, tan necesaria para el escenario intelectual cubano, se nutre de figuras a las que de acuerdo con los fines de dicho esfuerzo editorial, les asiste el mérito. En este caso, el de la obra fotográfica de Vilches Monzón, siempre ajetreada entre su labor fotorreporteril y su obra en salas expositivas del país; y que es, sin dudas, orgullo de nuestra prensa, del arte del lente en Villa Clara y de la fotografía cubana contemporánea.
Donde puedo comprar este libro?
Me imagino que en La Habana. Saludos.