
Verónica Lynn.Verónica Lynn, una de las actrices más queridas de Cuba. (Foto: Tomada de Juventud Rebelde)
Por Laura Rodríguez Fuentes
Cada año cuando Ramón Silverio toma el teléfono para llamar a Verónica Lynn e invitarla a Santa Clara ella no se hace de rogar. Este es un lugar especial para la reconocida actriz, donde, asegura, se siente a gusto y muy feliz con el público. Regresa esta vez para celebrar su cumpleaños 84, un día que dedica a esta ciudad cada mes de mayo posible.
«El autor, desde luego que fue Silverio», comenta. «Vine un año a presentar una obra y la etapa de las funciones coincidió con mi cumpleaños. Después de la presentación apareció él con un cake grandísimo y fue precioso. Así se quedó establecido que todos los años me llama un mes antes y me dice que se va a celebrar la fecha, y pregunta luego si puedo venir. A veces no he podido, porque tengo trabajo, y en otras ocasiones he llegado antes o después del cumpleaños».
A Verónica Lynn, esa mujer maravillosa que tanto ha estremecido a los cubanos con su manera sublime de actuar, la interceptamos luego de la presentación de La Odilea este jueves en El Mejunje. Varias personas e instituciones la habían agasajado. Silverio, aún vestido de su personaje en la obra, le entregó un oloroso manojo de flores frente al público, al terminar la puesta.
«Él siempre tiene una delicadeza conmigo», refiere. «El público recuerda la fecha y me felicita en las calles. Es tan lindo que te ocurra eso. Trabajamos por amor y yo amo mi carrera. Pienso que sin ella no sé qué hubiera sido de mí. Claro, no está de más decir que la remuneración siempre hace falta. Pero, qué va, les digo a ustedes que cuando alguien te detiene en medio de la calle, llegas a un lugar público y se levantan, y te aplauden, y alguien te dice gracias por existir… Eso, no hay dinero que lo pueda comprar.
«Te dicen cosas tan lindas como las que se le dicen a los hijos, incluso los que no te conocen, pero que te admiran. Te percatas, entonces, de que tu trabajo es para ellos porque te demuestran su cariño».
Santa Clara es una casa para Verónica, una actriz tan versátil, tan bella, tan grande. El Mejunje y su público ha sabido agradecer su presencia de la mejor manera: admirándola. Todos recuerdan su llegada junto a María Teresa Pina y la obra dedicada a La Lupe. Siempre espontánea, sincera con quienes quieren acercársele.
«Trabajo para el público», agrega. «De lo contrario montaría las obras y me quedaría en la casa mirándome al espejo. El arte tiene una función social, y cuando uno siente que la está cumpliendo, la respuesta es esta».

Verónica Lynn recibió el título de Profesora de Mérito del Isa. El pasado 29 de abril la actriz recibió la condición de Profesora de Mérito de la Universidad de las Artes de Cuba. (Foto: Tomada del blog ISA, Universidad de las Artes)
Verónica Lynn celebró su cumpleaños en Santa Clara. Le organizaron una serenata y tuvo su palco reservado en primera fila para la obra Amor líquido, una versión de Pareja abierta.
«Tuve la suerte de que Idania García haya montado Pareja abierta, aunque ella le hizo una versión: Amor líquido. Hacía tiempo que no la hacía y la presentó para mí.
«Santa Clara tiene que sentirse orgullosa porque tiene muy buenos actores y músicos. Idania es una actriz especial. La muestra de La Odilea señala el camino en el que va la obra teatral. Agradezco todos los regalos que me han hecho. Estoy muy feliz».
El 7 de mayo ya se ha convertido en una fecha trascendental para la historia de El Mejunje. No todas las provincias tienen la dicha de hacerle honores y soplar las velas junto una de las más reconocidas, premiadas y versátiles actrices del arte dramático cubano. La Doña Teresa Guzmán de la novela Sol de batey también nos pertenece.
De Vanguardia
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