Expo: “Miradas, lo que no alcanzamos a ver”. A la derecha una lámpara escribanía y esculturas del Despacho de Alejandro García Caturla. En un segundo plano la máquina de escribir del compositor y en el panel, enmarcado, solicitud de cobro del premio y mención obtenido en el Concurso Nacional de Música. Sobre el dado que contiene las esculturas y lámpara, enmarcados los diplomas emitidos por dicho concurso.
El inmueble, que aparece reflejado en un grabado correspondiente al año 1844 elaborado por Federico Mialhe, fue construido en 1825 por el Coronel de Milicias Manuel José de Rojas y Rodríguez-Guijarro para su familia. En 1875 el inmueble fue reedificado totalmente, presentando el aspecto actual del museo que lleva el nombre de su bisnieto: Alejandro García Caturla.
Este bisnieto nació en esa villa de San Juan de los Remedios, actual provincia de Villa Clara, el 7 de marzo de 1906. Y fue compositor, violinista y director de orquesta. Pero, además, estudió Leyes en la Universidad de La Habana. Mientras, continuaba realizando estudios de música, estando al día acerca de lo que en los años 1925 y 1927, se hacía en Europa. La revista Social publicó la partitura de su Danza lucumí, que luego formó parte del tríptico orquestal Tres danzas cubanas.
Al concluir sus estudios de abogado, en 1927, regresa a su ciudad natal. Funda entonces una Orquesta de Cámara animado con similares empeños musicales a los que movían a sus amigos Alejo Carpentier y Amadeo Roldán. Con ellos había establecido amistad durante su estancia en La Habana. Caturla trataba de llevar adelante un nuevo modo de hacer música. Con la Orquesta de Cámara estrenó, en abril de 1927, su Obertura cubana, obra enraizada en lo más puro de la música cubana.