Por Francisco A. Ramos García,* José M. Dorta Suárez y Ángel G. Carrazana Duardo
En un trabajo anterior[1] al tratar el tema que da título al presente artículo habíamos aventurado, sin conocer el año exacto del acontecimiento, que el día de la fundación se había celebrado por primera vez a mediados del siglo XIX. Para ello nos basamos en que en la “Memoria Histórica de Santa Clara y su Jurisdicción” del destacado historiador santaclareño Manuel Dionisio González publicada según su pie de imprenta en 1858, abarcando toda la etapa desde la fundación hasta el referido año, no se hablaba de que se hubiera festejado, quejándose incluso el autor de este olvido. También en aquel entonces afirmamos que la “Memoria” había sido el motor impulsor en la proclamación del 15 de julio como festivo.
Otro elemento con el que contábamos para argumentar lo anterior, era el trabajo publicado en el número especial de la revista Renacimiento “El 15 de Julio” de 1918 por el destacado patriota e intelectual Francisco López Leiva (1857-1940), quien por muchos años fue secretario de actas del Ayuntamiento a finales de la época colonial, donde comenta en su artículo FLEXIONES Y REFLEXIONES (A propósito y con motivo del 15 de julio): “…A mediados del pasado siglo, como quiera que ese día no figuraba como festivo en el almanaque, el Ayuntamiento acordó que todos los años el 15 de julio se celebrase “Fiesta de Tablas” en la Iglesia Parroquial….”[2]
Conociendo con posterioridad que la “Memoria” terminó de publicarse, a pesar de lo que dice su pie de imprenta, en 1860 concentramos la búsqueda del referido acuerdo del Ayuntamiento a partir de ese año en las Actas Capitulares. Después de una paciente indagación encontramos en la fechada el 7 de junio de 1861, la propuesta hecha al Ayuntamiento santaclareño por el Señor Presidente Coronel Teniente Gobernador Civil Político D. José Colubí donde en síntesis expresaba:
“…que estando ya próximo el 15 de julio, día en que conmemora esta villa el aniversario ciento setenta y dos de su fundación; y no constando que hasta ahora se haya solemnizado de manera alguna lo cual contribuye a que vaya amortiguándose el recuerdo de ese acontecimiento importante, que abre las páginas de su historia en contraposición a los patrióticos deseos de la mayor parte de sus vecinos, manifestados ya hasta por la prensa periódica….propone… que desde hoy en adelante se cuente entre los clásicos de la villa, solemnizándose la memoria de los hechos que el recuerda, con una festividad religiosa dedicada a la Majestad Sacramentada que tendrá efecto en el citado templo (Iglesia del Carmen, lugar de la fundación) con asistencia del Muy Ilustre Ayuntamiento y demás Corporaciones y cuyo costo se haga de los fondos de la villa y en su defecto por suscripción entre los Señores Capitulares…”[3]
El referido Colubí además propone erigir en el lugar un monumento adecuado para perpetuar la memoria del hecho, después de su intervención toma la palabra Manuel Dionisio González, por ese entonces Regidor Síndico del Cabildo, comunicando:
“…que como autor de la Memoria Histórica de la Villa, al ocuparse del suceso que ahora se trata, había deplorado en ella la indiferencia con que se miraba hasta ahora el lugar venerado donde se celebró la primera misa, al verificarse la fundación; y entusiasta por todo aquello que honre a su país y eternice sus glorias, despertando al mismo tiempo la memoria de lo pasado pide a nombre del público, cuya representación lleva, que se tome en consideración cuanto acaba de exponer el Sr. Presidente, pues abriga la convicción de que el Muy Ilustre Ayuntamiento participa de idénticos sentimientos”[4]
Como era de esperar el Cabildo en pleno aprobó la propuesta y decide crear una comisión compuesta por varios miembros, entre ellos el historiador Manuel Dionisio, para que conformara un expediente con todo lo relacionado al respecto y detallara la organización de los festejos además de la forma y costo del monumento.
Once días después el 18 de junio de 1861 el Ayuntamiento se reúne otra vez esta vez con el carácter de “Sesión Extraordinaria” para escuchar el informe final de la comisión. Se propuso que el monumento debía ser un obelisco, se precisaron las inscripciones que debía llevar el mismo y su costo, sobre este último aspecto se plantea que no hay dinero en fondo para sufragarlo por lo que podía hacerse por suscripción popular, confeccionando además mil litografías con su representación para su venta en todos los municipios de la isla lo que también aportaría a la recaudación. Sobre la fiesta se planteó:
“Podría comenzar desde la víspera y durar hasta el día diez y seis inclusive en que se solemnizarán en la misma Iglesia los cultos de su titular (Nuestra Señora del Carmen), con cuyo fin se permitirá por la autoridad correspondiente todo género de diversiones lícitas sin necesidad de previo permiso para que todas las clases puedan tomar parte en esas demostraciones propias de tales circunstancias”[5]
El Ayuntamiento, después de escuchar a la comisión, acuerda elevar la petición a las máximas autoridades políticas y religiosas de la Isla para su necesaria aprobación lo cual ejecuta de inmediato, sin embargo, la respuesta se demora y en la sesión del 9 de agosto de 1861, cuando ya había pasado la fecha a conmemorar, se la da lectura a un auto fechado el primero de agosto del gobierno superior que comunica:
“Que por razones que expresa no es posible deferir en la solicitud de esta Corporación en punto al pensamiento de elevar un monumento que conmemorase el aniversario de la fundación de esta villa, pero que lo que respecta a la idea de la Fiesta de tablas que se propone con igual objeto había comunicado lo conveniente al Reverendísimo Obispo de la Diócesis y que con el resultado que este emita también dará oportuno aviso.”[6]
Las razones que expuso el Capitán General de la Isla para negarse a la ejecución del monumento no las hemos encontrado en ningún documento así como tampoco la respuesta del Obispo, pero este último si debió aceptar lo concerniente a la fiesta porque el 11 de julio del año siguiente, en 1862, siendo ya otro el presidente del Ayuntamiento el Coronel Teniente Gobernador Civil Político Francisco Patiño, interviene ante el mismo comunicando:
“Que el martes 15 del corriente se celebra por primera vez en esta villa el ANIVERSARIO DE SU FUNDACIÓN con una festividad religiosa consagrada a la Majestad Sacramentada que tendrá efecto en la ermita Nuestra Señora del Carmen como sitio donde según la tradición se dijo la primera misa cuyo acto va también a conmemorarse.”[7]Patiño expresa además que la Corporación debiera hacer todo lo posible para que la misa, salve y procesión quedaran con el lucimiento y esplendor requerido. De esta forma festejó Santa Clara por vez primera el aniversario de su fundación con la asistencia a la actividad de todas las entidades militares, civiles, empleados del Ayuntamiento y vecinos en general.
Como hemos visto el 15 de julio se propone como festivo el 7 de junio de 1861 después de una intensa campaña popular motivada por la publicación de la Memoria Histórica de la Villa, tardando un año en celebrarse por primera vez, el 15 de julio de 1862, debido a los trámites necesarios en la época. Desde un inicio se propuso la Iglesia del Carmen para la festividad, como sitio cercano al que ocurrieron los hechos, y no la Parroquial, situada entonces donde hoy está el parque Leoncio Vidal Caro. En cuanto a un monumento dedicado a la fundación, pensamiento siempre latente en el deseo del pueblo, solo fue posible erigirlo casi un siglo más tarde inaugurándose el 15 de julio de 1951, en homenaje a las 18 familias fundadoras.
Una versión se publicó en “Cartacuba” Publicación cultural Provincial año 8 No 80. Julio 2006.
[1] Ver: Ramos, Francisco; Carrazana, Gabriel y Dorta, J.M. El 15 de julio. Boletín Cultural Cartacuba. Santa Clara. No 35 julio 2002. pág. 10.
[2]López Leiva, Francisco. FLEXIONES Y REFLEXIONES (A propósito y con motivo del 15 de julio) en El 15 de Julio de 1918. Santa Clara 1918.
[3]Acta Capitular del 7 de junio de 1861, Archivo Provincial Histórico. Santa Clara.
[4]Acta Capitular del 7 de junio de 1861, Archivo Provincial Histórico. Santa Clara.
[5]Acta Capitular del 18 de junio de 1861, Archivo Provincial Histórico. Santa Clara.
[6]Acta Capitular del 9 de agosto de 1861, Archivo Provincial Histórico. Santa Clara.
[7]Acta Capitular del 11 de julio de 1861, Archivo Provincial Histórico. Santa Clara.
* Cortesía del autor
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