En el umbral sentado
de niño discurría:
En un caballo negro,
una tarde me iría.
Mi madre por la casa
¡cómo me llamaría!
Por la ciudad mi padre
¡cómo me buscaría!
Andando en mi caballo
con mucha gallardía,
a no sé qué comarca
sin nombre llegaría.
Una princesa rubia,
rubia me esperaría.
Proezas del camino
sin fin le contaría.
Y como bien se
que la enamoraría,
con ella en una iglesia
blanca me casaría.
Mi madre, por seguro
que nos perdonaría,
y a todos los amigos
mi historia contaría:
¡Bandido de muchacho!
¡Quién nunca lo diría!
Y la ciudad entera
se maravillaría.
Con esto abro los ojos
ebrios de fantasía.
Pero del propio sueño
corriendo, ya corría.
Corría por la casa:
─Ven, madre─, repetía-
Madre, la dulce madre,
jamás la dejaría.
Me le colgaba al cuello…
Nadie por qué sabía…
* Arturo Capdevila (Córdoba 1889-Buenos Aires 1967) . Poeta, dramaturgo, narrador, ensayista, abogado, juez, profesor de filosofía y sociología e historiador argentino.
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