Por Luis Manuel Pérez Boitel*
La verdadera historia de los pueblos, el diálogo entre ellos, la escriben sus propios hombres y no sus gobernantes, por ello tendríamos que decir como el poeta salvadoreño Arquímides Cruz, que “este tiempo nos queda exactamente bien” para toda ceremonia donde intentemos tomar la palabra. Una vez más lo confirmo cuando me encuentro en El Salvador para participar en el Festival hispanoamericano Claudia María Jovel, invitado por unos amigos que siembran con su dedicación memorables paisajes; a personas como estas y a Dios debo agradecer mi presencia en estos escenarios en medio de un país donde resido que me ignora. Pero la suerte está echada, como diría Cesar, y estoy por esta tierra de Centroamérica que me llama poderosamente la atención pues cada ciudad tiene un nombre de un santo: San Salvador, Santa Tecla, San Sebastián, San Vicente, para citar algunos nombres.