Según una leyenda que durante algunos siglos formó parte de los juegos galantes de las cortes europeas, los portadores de la flor azul conocida como miosota o miosotis jamás serían olvidados por sus amantes, lo que dio lugar a que también se la llamara en español nomeolvides.
Esta creencia se extendió tanto por Europa que este nombre es semánticamente idéntico en un gran número de lenguas europeas: en alemán, Vergissmeinicht; en inglés, forget-me-not; en holandés, vergeet-mij-mietje; en danés, forglem-mig-ej; en sueco, förgötmigej; en ruso, nezabudka en italiano, notiscordardimé, y en francés, ne m’oubliez pas.
De La palabra del día, por Ricardo Soca
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