Por Laura Rodríguez Fuentes
Tiempo atrás doña Marta Abreu, nunca conforme con todo lo que había donado a la ciudad, ya se había percatado de la necesidad de sustituir el obsoleto queroseno por el nuevo sistema de las grandes metrópolis. Fue entonces cuando solicitó al Ayuntamiento el autorizo para instaurar una Planta Eléctrica que sería construida en las cercanías del ferrocarril.