¡Subes centelleante de labios y de ojeras!
Por tus venas subo, como un can herido
que busca el refugio de blandas aceras.
¡Amor, en el mundo tú eres un pecado!
Mi beso en la punta chispeante del cuerno
del diablo; ¡mi beso que es credo Sagrado! (más…)