En su Origen y etimología de la lengua castellana (1601), Francisco del Rosal menciona empatar con el sentido de ‘hacer el mismo número de bazas los dos adversarios’ de un juego de naipes. El verbo proviene de ‘hacer pata’, con el mismo sentido de ‘igualar’, que nada tiene que ver con las patas de los animales.
En los dialectos de algunas regiones de España, hacia el siglo XV, o tal vez antes, se usaba ‘pata’ o ‘hacer pata’ para expresar la situación de igualdad. Esta palabra fue tomada del italiano impattare, del mismo significado, que se formó a partir de la locución far patta (literalmente, ‘hacer pacto’, o sea, quedar en paz, sin vencidos ni vencedores), donde patta se deriva del latín pactum ‘pacto’.
De La palabra del día, por Ricardo Soca
Deja una respuesta