Por Aarón Almeida Holmquist
La obra del puertorriqueño David Cortes Cabán (Arecibo, 1952) resulta un viaje íntimo y profundo, leer a este poeta es contemplar la interacción de un individuo (sujeto lírico) con su entorno. Las imágenes presentes en su obra surgen de la vida cotidiana. Viva, latente y activa es la naturaleza que describen estos versos. Dentro de ese epicentro de acciones el paisaje cabaniano se encuentra enmarcado en la erancia y la nostalgia. Las emociones que se nos invita a sentir en cada una de las lecturas son la huella de un existir en soledad. A pesar de abordar temáticas dolorosas la armonía en esta poética es palpable. Tal vez por la serenidad que la mayoría de los paisajes descritos otorgan al lector. (más…)