como perros de caza tras los soliloquios de tu antiguo río
una bandada de marineros hizo un barco
y se fueron aguas abajo
salieron al mar
y se internaron en los sueños
hasta llegar al Golfo de México
después nunca más supimos de esos hombres
ni de ese barco ni de esas alucinaciones
sólo que aquí dejaron
una ciudad entusiasmada por la aventura
y la modestia por la mirada
de ese punto viene todo lo que se ve profundo y lejano
desde la cercanía en el hilo de la magia
se interna tu rostro de valle iluminado
tú que inventaste todas las ciudades más importantes
de mi parte evaporaste en el texto que te hunden en las guerras
atragantadas de esa lluvia de fuego
que te consume en el medio del caos
y la sequía-culebra retorciéndose
en su propio veneno
inicio las artes de recordarte
tocándote
hasta los más perdidos lugares
no soy desconocido
desde mis palabras aturdidas
llenas (cada una) de cualquier noche
ebrio de oscuridad y asombro
buscando tu cuerpo con mi vida
escondiéndome en los predios de la luz
doliéndome con tu dolor
interceptándome la alegría en el justo sitio de tu historia
te escribo
(Tomado de: En hojas sueltas. Tamaño página firmada, rúbrica en la parte superior derecha. Totalmente inédita. Ajada. Compilación de Archivo personal de E. R. P. Dedicado, especialmente, a la Lic. Amparo Ballester L.)
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