Por Eduardo Galeano*
Lord Elgin, que ordenó la quemazón del palacio imperial, llegó a Pekín en brazos de ocho portadores, vestidos con libreas de color escarlata, y escoltado por cuatrocientos jinetes. Este lord Elgin, hijo del lord Elgin que había vendido al British Museum las esculturas del Partenón, donó al British Museum toda la biblioteca del palacio, que para eso había sido salvada del saqueo y del incendio. Y al poco tiempo otro palacio, el Buckingham Palace, ofreció a la reina Victoria el cetro de oro y jade del rey vencido y el primer perrito pekinés que viajó a Europa. El perrito también era parte del botín. Lo habían bautizado Lootie, Botincito. (más…)