Por David Gallego
Llevamos tanto tiempo a vueltas con el «cambio climático» que esta expresión es lluvia fina sobre los oídos, resbala sin calar conciencias, hace reguero en el suelo y se pierde entre alcantarillas. Por eso, cada vez son más las voces entre la comunidad científica que abogan por enarbolar la expresión «crisis climática».
¿No es llamativo? El tiempo —bueno o malo, sofocante o lluvioso— siempre ha sido una de las conversaciones de ascensor por excelencia. Uno se ve encerrado en un recinto pequeño junto a otra persona y se siente incómodo en silencio. Si el trayecto se comparte con un desconocido, quizá baste con desviar la mirada o consultar el móvil; pero, si coincidimos con vecinos o compañeros de oficina, sentiremos la necesidad de cruzar unas mínimas palabras de urbanidad. (más…)