Conocí de la existencia del poeta Juan Manuel Roca por mi amigo colombiano Carlos Vidales, primo suyo. Me alegro muchísimo de que obtuviera este Premio, ¡enhorabuena! Y le agradezco sobremanera al también colombiano Gabriel Ruiz por darme la noticia.

Se le hará entrega del premio en el marco del Festival Internacional de Poesía Ciudad de Zacatecas (México).
Todos los detalles del Premio y del Festival (programación):
Matriz: Universidad Autónoma de Zacatecas.
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JUAN MANUEL ROCA, PREMIO CIUDAD DE ZACATECAS 2009

11/26/2009 – WEB HJCK.
Acaba de otorgársele el Premio Ciudad de Zacatecas al poeta colombiano Juan Manuel Roca, una distinción que es un reconocimiento a la totalidad de su obra.
Se le hará entrega del premio en el marco del Festival Internacional de Poesía Ciudad de Zacatecas (México), que tradicionalmente se lleva a cabo en el mes de diciembre.
Antes recibieron esta distinción, entre otros reconocidos poetas del mundo, el traductor y poeta flamenco Stefaan van den Brendt, lo mismo que el sacerdote nicaragüense Ernesto Cardenal.
Para este año los organizadores del evento determinaron otorgarle al escritor colombiano este premio internacional, que está acompañado de un homenaje en el marco del Festival zacatecano, “por su ya ejemplar trascendencia dentro de lo mejor de la poesía aportada al mundo por nuestra América”.
El Premio se suma a una serie de nuevos reconocimientos recibidos recientemente por el poeta colombiano.
Sobre el premio del año anterior a Ernesto Cardenal
ROCA: UN POETA TODOTERRENO
Por Oscar Domínguez G.
oscardominguezg@etb.net.co
Agradecemos al autor el envío del texto.
Biógrafos de primer semestre aseguran que Juan Manuel Roca Vidales, hijo de Rubayata en doña Clarita, nació un 28 de diciembre. Falso. Para no hacer pasar por inocente a la poesía, el hombre que acaba de ganar el premio internacional de poesía Zacatecas 2009 -antes el de Casa de las Américas con Biblia de Pobres, y el cubanísimo José Lezama Lima por su vida y milagros literarios- dejó su nacimiento para el día siguiente, el 29.
Así los astros no lo descifren bien, Roca, el de la eterna bufanda al cuello y quien tiene cierto parecido con Rembrandt, nació capricornio, como Henry Millar, y como el Niño Dios, quien pocón de poesía. Todo se le fue en religión. Roca pocón de religión. Se le fue la mano en poesía.
Finalista en un premio “Rómulo Gallegos” de literatura, es uno de los bardos de la parroquia más laureados, más publicados, más citados, más invitados, más traducidos (inglés, francés, alemán, griego, ruso, japonés, rumano, portugués, sueco), más envidiados, más reeditados, más criticados, más taquilleros y un largo etcétera.
Por espacio de diez años fue coordinador y luego director del Magazín Dominical de El Espectador, doctor Honoris Causa en Literatura de la Universidad del Valle, y tallerista de la Casa de Poesía Silva (propone que se les diga “tallerines por tener un sentido casi gastronómico, de retroalimentación”).
El explosivo escritor es modelo 46 como esos carros de latas eternas como una roca, voz homófana de su apellido que vino a lomo de carabela desde “chapetonlandia” (España).
A varios nos sucede que leemos sus poemas, cuentos, crónicas, reseñas, ensayos, entrevistas, novelas, lo que sea, y se nos alegra el semestre.
Habla de “la vida, esa feliz bancarrota”. Es el único que escribe “la palabra eternidad y una rosa se marchita”. En el reloj de pared de Roca, “el tiempo pasa de puntillas como un sueño”. Según su “jurisprudencia” poética “… la música es la luz de los ciegos”, de los que dice también que algunos “recorren como a un piano los libros”.
En el extenso reportaje que le hizo su paisana y colega en las musas, Piedad Bonnett, y en otras charlas, el de la poesía “on the rocks” afirma que “dedicarse a la poesía es como dedicarse a hacer agujeros en el agua”.
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