El 23 de marzo de 1896 se produjo el asalto del coronel Leoncio Vidal Caro a Santa Clara, hecho trascendente en las gestas libertarias de nuestra ciudad.
Acción arriesgada que tuvo un fatal desenlace con la muerte en combate de Vidal Caro y de su ayudante, el cabo Ramón Brito.
La historia recoge cómo el Guapetón de Leoncio —así gustaba llamarlo el propio general Gómez, quien ordenara la acción de armas— cayó acribillado esa madrugada al intentar rescatar a su querido subalterno, quien minutos antes había sucumbido en un extremo de la sitiada Plaza de Armas.