Deglaciación en el Illimani, Bolivia. Foto: Gustavo Cardoso.
En algunos países del mundo celebraron ayer el Día Mundial de la Tierra. Es la ocasión para plantar árboles, con el fin de purificar el ambiente; de trasladarse en bicicleta para combatir la contaminación ambiental. Es preocupante el exterminio de vegetales y animales, ¡cuántos corren el riesgo de desaparecer! Y qué decir de los llamados refugiados ambientales.
Aunque legalmente se ha logrado un paso de avance en cuanto a leyes que prohíben la emisión de gases contaminantes al ambiente, la caza y la pesca de animales en peligro de extinción, continúan quienes desoyen esas normativas, y viven al margen de la contaminación del aire, del agua, del suelo, o del cambio climático. El hombre cada vez más provoca cambios en la naturaleza que son irreversibles y acarrean secuelas adversas para la vida del planeta.
Cada cual debe velar por salvar a la Tierra, me sumo incondicionalmente; pero por desgracia, hay tantos a quienes no les importa…
¡SALVEMOS EL PLANETA TIERRA! LAS IMÁGENES HABLAN POR SÍ SOLAS: