Con el triunfo de la Revolución Cubana, liderada por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, la mujer conquistó la igualdad de derechos con respecto al hombre, y se le abrieron infinidad de oportunidades para su incorporación a la vida productiva y social. Por eso fue necesario un lugar donde permanecieran, fueran cuidados y educados los hijos de las madres trabajadoras. Yo fui una de las tantas beneficiadas con esta genial idea.
Vilma Espín, presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas, fue la promotora de la creación de los círculos infantiles, el 10 de abril de 1961. Más tarde se creó la Escuela Formadora de Educadoras de Círculos Infantiles (EFECI) en todo el país, que propició la graduación de educadoras más capaces para desempeñar su papel en el proceso docente. Luego se abrió la Licenciatura en Educación Primaria, con lo cual se logró que el personal docente cursara estudios superiores para alcanzar una educación de excelencia.
Es sorprendente el conocimiento que los niños adquieren en estos planteles, a quienes les enseñan la lengua materna, nociones de matemática, educación física, musical, de artes plásticas y sociomoral, así como conocimiento del mundo de los objetos y análisis fónicos. Existe además un software educativo llamado A jugar, para los niños de preescolar con el objetivo de que interactúen con la computación y se enfrenten a situaciones complejas.