No hay bibliografía en Cuba en la que aparezca que los Síndrome de Down puedan dibujar la figura humana completa; pero lo hacen. Un proyecto cultural en Pinar del Río así lo prueba.
PINAR DEL RÍO.— Las muñecas de Javier, con sus grandes ojos y sus mestizos labios asombran desde la pared de la exposición, aún a quienes lo conocen desde hace tiempo.
En sus trazos viaja al mundo que él se inventa y en el cual aparecen los partidos de voleibol en su barrio periférico, diseñados por los muchachos de su edad para liberar energías, y en los que él es aceptado como uno más.
Su mamá, su hermana y otros seres queridos son plasmados artísticamente por el joven Javier.
Javier, de 18 años, estudió en la escuela especial Carlos Marx. Un sueño vio cumplir en estos días: sus grabados aparecieron en una exposición en la filial provincial de la Unión de Arquitectos e Ingenieros de Cuba (UNAICC).