Hoy, 31 de marzo, festejamos en Cuba el Día del Libro Cubano. ¿Por qué? Ese día, pero de 1959, se creó la Imprenta Nacional de Cuba, parte de un proyecto del Comandante en Jefe Fidel Castro: “Al pueblo no le vamos a decir cree, sino lee”. La primera obra que llegó a manos del pueblo fue El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, la obra cumbre de las letras españolas de ese grande de nuestra lengua: Miguel de Cervantes Saavedra. La tirada fue de un millón de ejemplares y el precio, más que módico.
De aquella fecha acá, el desarrollo editorial fue arrollador. Villa Clara no se quedó atrás, y numerosas obras de autores del patio como de otros territorios han salido de las editoriales Capiro y Sed de Belleza.
Muy importante también la creación de la Feria Internacional del Libro, que cada año nos proporciona gran cantidad de títulos para promover el conocimiento y recrear a todos los cubanos, que gracias al triunfo de la Revolución Cubana, barrió el analfabetismo de nuestro país.
Quiero felicitar a todos lo que de una forma u otra tienen que ver con el proceso editorial y, en especial, a un librero excelente: Eduardo Simón Marichal, de la librería Pepe Medina, en Santa Clara.