Nuestro Himno Nacional tiene su antecedente en La Bayamesa, que surgió en el fragor de las luchas por nuestra independencia. Su letra y música las compuso Pedro Figueredo (Perucho) y se cantó en su forma original el 20 de octubre de 1868, cuando las fuerzas insurrectas tomaron la ciudad de Bayamo.
La música de La Bayamesa vio la luz en 1867, y en clara alusión a La Marsellesa (Francia). Pero después de tomar a Bayamo, Perucho Figueredo, en la misma montura del caballo, escribió la letra de lo que es ahora el Himno Nacional cubano.
La orquestación estuvo a cargo de Manuel Muñoz Cedeño y se estrenó en la iglesia parroquial mayor de Bayamo.
A continuación, la letra original; solo quedaron para el himno las primeras dos estrofas.
¡Al combate corred bayameses,
que la patria os contempla orgullosa;
no temáis una muerte gloriosa,
que morir por la patria es vivir!
En cadenas vivir, es vivir
en afrenta y oprobio sumido.
Del clarín escuchad el sonido
¡A las armas valientes corred!
No temáis; los feroces iberos
son cobardes cual todo tirano
no resiste al brazo cubano
para siempre su imperio cayó.
¡Cuba libre! Ya España murió,
su poder y su orgullo ¿do es ido?
¡Del clarín escuchad el sonido,
¡a las armas!, valientes, corred!
Contemplad nuestras huestes triunfantes
contempladlos a ellos caídos,
por cobardes huyen vencidos:
por valientes, supimos triunfar!
¡Cuba libre! podemos gritar
del cañón al terrible estampido.
¡Del clarín escuchad el sonido,
¡a las armas, valientes, corred!