Mario Benedetti ha muerto. No quería creerlo, había leído que se recuperaba. Ha sido, es y será mi poeta favorito, aunque también me gustaron mucho sus novelas La tregua y Gracias por el fuego. Tengo un libro suyo que siempre tengo a mano: Poesías completas. En su haber hay más de 80 libros de poesía, novelas, cuentos y ensayos. También, guiones de cine. Perteneció a la Generación Uruguaya de 1945 y fue parte del boom de ventas de la narrativa latinoamericana de las décadas 50-70.
En Cuba fundó en 1968 y dirigió hasta 1971 el Centro de Investigaciones literarias de Casa de las Américas. Y a Cuba volvió en 1973 como exiliado, después del golpe militar de 1973 en Uruguay. El Consejo de Estado de Cuba le otorgó la Orden Félix Varela y la Medalla Haydée Santamaría.
Su preciada obra literaria fue recompensada. Entre las distinciones que recibió están: Medalla Gabriela Mistral del Gobierno, Premio del Ministerio de Instrucción Pública, Premio León Felipe de España a los valores cívicos, Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, Premio Iberoamericano José Martí, Premio Jristo Botev, de Bulgaria; Llama de Oro, de Amnistía Internacional, Premio Son Latinos, título de Ciudadano Ilustre de Montevideo, Premio Etnosur, Premio Internacional Menéndez Pelayo de la UIMP, Orden Francisco de Miranda en grado de generalísimo, que le otorgó el presidente de Venezuela, Hugo Chávez; Premio de Letras del Fondo Cultural de la Alternativa Bolivariana para las Américas, Orden de Saurí, Primera clase, condecoración más alta de El Salvador. Además, numerosos Honoris Causa (universidades de Alicante, Valladolid, La Habana, Uruguay y Córdoba argentina).
Aunque pretendas irte, no lo conseguirás. Mario Benedetti, sigues vivo en el corazón de quienes te admiramos, y seguirás vivo en los que vendrán después, porque nos encargaremos de ello.
Mario Benedetti, te extrañaremos, pero nunca habrá olvido.
Carlos Vidales y Mario Benedetti (1982).
Poesía de Benedetti en Verbiclara:
Si Dios fuera mujer. Mario Benedetti
Ustedes y nosotros. Mario Benedetti
Consternados, rabiosos. Mario Benedetti
Mario Benedetti: testigo de uno mismo
Desaparecidos. Mario Benedetti
Eduardo Galeano, a quien admiro muchísimo también, escribió sobre Benedetti: el dolor se dice callando: