Mis pies hoy fuerte pisan, lejos quedan las palizas,
lisas son las sendas que atraviesan mis sonrisas.
Quizás esas trizas concibieron las premisas
de esta insurrección que en el enigma estigmatiza.
Te siento, a pesar de que no te veo,
lucen feos los trofeos desde que llegó Morfeo
con su sucia realidad y sus pastillas,
pude ver la astucia de los que ocupan la silla
y deciden quienes mueren, quienes viven
y reciben el billete de esta realidad alterna.
Enferman, estrujan nuestros cuellos y acongojan.
¡Yo me aferré a la hoja y tomé la cápsula roja!
Vivir de tu mano fue un regalo,
inhalo el mismo aire que ayudó a esquivar los palos.
Fuimos uno por ser y hacer del otro un hermano,
siempre hicimos frente a los tiempos malos.