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Samuel Feijóo. Caricatura de Pedro Méndez

Samuel Feijóo. Caricatura de Pedro Méndez

En el año del centenario del nacimiento de uno de los principales escritores y artistas del siglo XX cubano, es hora de que miremos a su intensa labor y observemos sin mezquindades al hombre en su época y bajo los efectos de sus credos personales.

Por Virgilio López Lemus
digital@juventudrebelde.cu

Samuel Feijóo sumó muchos creadores, sobre todo fue un extraordinario poeta, y de ello se desprende toda su obra de referencia en la cultura cubana y de altos quilates en ella. Novelista, cuentista, narrador de diarios de viajes y de vida campestre, crítico literario y de artes, pintor y dibujante, diseñador pragmático, fundador de revistas, editor de rango, periodista, folclorista, cronista, profesor, su obra escrita rebasa los cien títulos multigenéricos, sus cuadros y dibujos no han sido contados nunca.
A esta infatigable pasión creativa, algunas personas de menos vuelo la llaman «estar loco». Por sus andanzas de gran caminante y perpetuo artista a veces muy surrealista en su actitud vital, también en ocasiones se le ha tenido por debajo del alto escalón que merece en el panorama de las literaturas y las artes de Cuba y de toda América Latina. (más…)

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Carcajada

Aquí puedes descargarlo:

http://librosgratis.net/book/la-carcajada-del-diablo_55106.html 

2012puerto12min*Leopoldo de Trazegnies Granda. Poeta, novelista e historiador peruano nacido en la Maternidad de Lima. Vivió su niñez y juventud en el Distrito de Miraflores. Actualmente se encuentra radicado en Sevilla, España.

OBRA POÉTICA:
-«De las casas que nos poseyeron y que fuimos abandonando»
(Mención honrosa de la II Bienal de Poesía, Panamá 1972)
-«Versos del oriental» (Premio Acentor de poesía, 1982).
-«Cinco poetas antiguos desconocidos» (Selección y notas. Sevilla, 2008).
-«Para después de la luz (Antología de poesía)» (Selección y notas. Sevilla, 2010). (más…)

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Corazón Coraza.

Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza
porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro
porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.

Mario Benedetti, destacado poeta, novelista, dramaturgo, cuentista y crítico uruguayo (Paso de los Toros)

Otros poemas de Mario Benedetti en VerbiClara:

Táctica y estrategia

No te salves

Bienvenida

Si dios fuera mujer

Hagamos un trato

Desaparecidos

Consternados, rabiosos

Ustedes y nosotros

Che 1997

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Pushkin dice adiós al Mar, óleo de Iván Aivazovsky e Iliá Repin
Pushkin dice adiós al Mar, óleo de Iván Aivazovsky e Iliá Repin


Estoy entre rejas en húmeda celda.
Criada en cautiverio, un águila joven,
mi triste compaña, batiendo sus alas,
junto a la ventana su pitanza pica.

La pica, la arroja, mira la ventana,
como si pensara lo mismo que yo.
Sus ojos me llaman y su griterío,
y proferir quiere: ¡Alcemos el vuelo!

¡Tú y yo somos libres como el viento, hermana!
Huyamos, es hora, do blanquea entre nubes
la montaña y brilla de azul la marina,
donde paseemos sólo el viento. ..¡y yo!

Versión de Eduardo Alonso Duengo

“La muerte de Pushkin”, óleo de Dmitri Belyukin


Aleksandr Pushkin, poeta y novelista ruso nacido en Moscú en 1799.
Perteneciente a una familia aristócrata y acaudalada, recibió una educación con marcada influencia de la lengua y la literatura francesa. Desde los doce años mostró su afición por la poesía cuando aún estudiaba en el Liceo Imperial (luego, Puskhin en su honor).
En 1817, mientras ocupaba un cargo oficial en San Petersburgo, trabó amistad con intelectuales de la época, participando en grupos literarios clandestinos de oposición al régimen zarista, razón por la cual fue obligado a exiliarse en Ucrania y Crimea. De esta época datan El prisionero del Cáucaso, 1822; Los hermanos bandoleros, 1822, y La fuente de Bakhcisaraj, 1824.
Perdonado en 1826 por el Zar Nicolás I, continuó escribiendo  importantes obras, entre los que se destaca la novela en verso Eugenio Oneguin, Boris Godunov, La dama de picas, Poltava, Relatos de Belkin, El caballero de bronce y La hija del Capitán.
Falleció en 1837, a raíz de un duelo sostenido por defender el honor de su mujer [Natalia Goncharova].

Fuente: A media voz

Vea: El día del natalicio de Pushkin ha devenido Día del Idioma Ruso

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Siempre me complazco al publicar los poemas de ese poeta, novelista, dramaturgo, cuentista y crítico uruguayo que fue Mario Benedetti. Espero que le guste a mis lectores:

BIENVENIDA

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Se me ocurre que vas a llegar distinta
no exactamente más linda
ni más fuerte
ni más docil
ni más cauta
tan solo que vas a llegar distinta
como si esta temporada de no verme
te hubiera sorprendido a vos también
quizá porque sabes
cómo te pienso y te enumero
después de todo la nostalgia existe
aunque no lloremos en los andenes fantasmales
ni sobre las almohadas de candor
ni bajo el cielo opaco
yo nostalgio
tú nostalgias
y cómo me revienta que él nostalgie
tu rostro es la vanguardia
tal vez llega primero
porque lo pinto en las paredes
con trazos invisibles y seguros
no olvides que tu rostro
me mira como pueblo
sonríe y rabia y canta
como pueblo
y eso te da una lumbre
inapagable
ahora no tengo dudas
vas a llegar distinta y con señales
con nuevas
con hondura
con franqueza
sé que voy a quererte sin preguntas
sé que vas a quererme sin respuestas.

(más…)

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En el centenario de José María Arguedas
Mensaje enviado por Carlos: Se cumple el centenario del nacimiento de José María Arguedas, el más grande novelista del Perú. Amigo entrañable, fiel a su pueblo, de ardiente corazón sufriente con el corazón de los oprimidos, ejemplo de dignidad, de modestia, de humanismo. Siempre lo recuerdo con inmenso dolor, con una gran ternura y con una gratitud sin límites: él me enseñó a amar y a entender el Perú.

ARGUEDAS: SU CORAZÓN, REY ENTRE SOMBRAS

Por Carlos Vidales

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Aquel helado mediodía de agosto, José María miró a través de la ventana y dijo:

—Ese sujeto debe estar muriéndose de frío.

«Ese sujeto» era el árbol del jardín. Yo pensé, viendo brillar los claros ojos de Arguedas, que el enorme vegetal había sentido la fraternal preocupación del novelista. Porque José María era capaz de establecer con los objetos de la naturaleza —animales, plantas, ríos, montes—, una comunicación de espontánea camaradería. Todas las cosas respondían a su llamado, sencillamente porque respondían desde su propio corazón.

«Oh corazón, Rey entre sombras…» José María amaba ese poema de Javier Sologuren. Abandonado en la infancia, recogido y amado por los indios comuneros de los Andes peruanos, blanco entre indios hasta la adolescencia, indio entre blancos desde la juventud hasta la muerte, transitando en la vida, como por una escalera, todas las capas, estamentos y clases sociales del Perú, indio paria, indio comunero, indio obrero, cholo de servicio, empleado mestizo, profesor universitario, eminente antropólogo, gloria de la literatura, admirado, adulado y temido por la aristocracia limeña, rubio de ojos azules con corazón de indio, testigo estremecido de los seculares dolores de su pueblo, protagonista íntimo de su propia obra, habitante y constructor de los cuentos infernales y mágicos de Diamantes y pedernales, del trágico y solemne Yawar Fiesta, de la desconsoladora y tenebrosa novela El Sexto, de la inmensa ternura de Los ríos profundos y del riguroso estudio social de Todas las sangres , él había conocido tinieblas más hondas, más terribles que las sugeridas por el poeta: «He aquí que te he escrito, feliz, en medio de la gran sombra de mis mortales dolencias», habría de decir al líder campesino Hugo Blanco, una semana antes del suicidio.

Era un niño apenas cuando su padre, abogado de pobres, perseguido por los grandes gamonales, debió dejarlo en manos de crueles parientes:

«El subiría la cumbre de la cordillera que se elevaba al otro lado del Pachachaca; pasaría el río por un puente de cal y canto, de tres arcos… Y mientras en Chalhuanca, cuando hablara con los nuevos amigos, sentiría mi ausencia, yo exploraría palmo a palmo el gran valle y el pueblo; recibiría la corriente poderosa y triste que golpea a los niños, cuando deben enfrentarse solos a un mundo cargado de monstruos y de fuego…» (más…)

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¡Ah, Benedetti! ¡Siempre Benedetti! Cuando quiero buscar un poema para una ocasión importante, invariablemente, acudo a ese genial poeta, novelista, dramaturgo, cuentista y crítico uruguayo. Y este poema acompañó un regalo que recibí por el Día de San Valentín hace unos cuantos años… El domingo es 14 de febrero, y aunque estoy de vacaciones y estaré ese día en Matanzas, no podía pasar por alto esta fecha tan señalado.

Beso de mar. Octavio Ocampo

Beso de mar. Octavio Ocampo 

TÁCTICA Y ESTRATEGIA 

Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos
mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible
mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo
ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos
mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos
mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple
mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo
ni sé
con qué pretexto
por fin
me necesites.

Enlaces a otros posts relacionados con Mario Benedetti:

Che 1997. Mario Benedetti

Mario Benedetti: “Testigo de uno mismo” 

Desaparecidos. Mario Benedetti

Consternados, rabiosos. Mario Benedetti

Mario Benedetti, te extrañaremos, pero nunda habrá olvido

No te salves. Mario Benedetti

Si dios fuera mujer. Mario Benedetti

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