Por: Salvador Arias
En la primera semana de noviembre las agencias informativas comunicaban el hallazgo de un importante documento, referido a la famosa Carta de Jamaica, que Simón Bolívar escribió en ese país en 1815, tomando como pretexto la contestación a una misiva que le había dirigido un comerciante jamaiquino de origen inglés, Henry Cullen, pero con la evidente intención de constituirse en documento público. El texto en inglés conocido suponía la traducción de un original en español, dictado por el Libertador a su secretario Pedro Briseño Méndez. Este texto se encontraba perdido y solo se conocían versiones que mostraban incorrecciones ortográficas, lo cual llevaba a sospechar de su no completa autenticidad. Ese fue el caso de su primera edición en español, publicada en Caracas en 1833. Ahora, en un archivo ecuatoriano se ha encontrado el original del texto en nuestro idioma, testificado por expertos como de la pluma de Briseño y que, inclusive, contiene un párrafo no existente en la versión inglesa del documento. Solo que, según la declaración ofrecida por el canciller ecuatoriano Ricardo Patiño, le falta la última página, en la cual posiblemente fuera ”donde estaban las firmas”.