He tomado parte de esta reseña de Cinencuentro para difundir esta película sobre Ernesto Che Guevara, el Guerrillero de América.
The Argentine
Dir. Steven Soderbergh | 122 min. | Francia – España – Estados Unidos
Intérpretes: Benicio del Toro (Ernesto ‘Che’ Guevara), Franka Potente (Tania), Santiago Cabrera (Camilo Cienfuegos), Damián Bichir (Fidel Castro), Rodrigo Santoro (Raul Castro), Elvira Mínguez (Celia Sánchez), Catalina Sandino Moreno (Aleida March), Jorge Perugorría (Joaquín)
Notable primera parte del díptico que sobre el famoso revolucionario argentino-cubano realizara Steven Soderbergh, con la actuación protagónica de Benicio del Toro y un cuerpo de buenos actores, donde destaca también Damián Bichir, como Fidel Castro. Notable porque esta cinta es muy distinta a los habituales biopics hollywoodenses, ya que se trata de lo que en los albores del cine se denominaba “actualidad reconstruida”; es decir, una narración semi documental con mayores o menores dramatizaciones y elementos ficcionales. En otras palabras, no esperen ver un relato argumental del tipo de persecuciones y batallas, intercaladas por alguna historia sentimental, y con el triunfo alcanzado luego de denodados esfuerzos, con algún discurso ideológico justificatorio al final.
Notable primera parte del díptico que sobre el famoso revolucionario argentino-cubano realizara Steven Soderbergh, con la actuación protagónica de Benicio del Toro y un cuerpo de buenos actores, donde destaca también Damián Bichir, como Fidel Castro. Notable porque esta cinta es muy distinta a los habituales biopics hollywoodenses, ya que se trata de lo que en los albores del cine se denominaba “actualidad reconstruida”; es decir, una narración semi documental con mayores o menores dramatizaciones y elementos ficcionales. El Acorazado Potemkin, por ejemplo, es una actualidad reconstruida, como es el mismo caso con esta película, así sea sólo porque el personaje del que trata sigue teniendo vigencia hoy en día, ya sea como un vacío símbolo del consumo de masas o como la imagen de un revolucionario justiciero; y, en su juventud, tema de una bella película: Diarios de Motocicleta. Pero la otra gran diferencia con los productos del cine industrial norteamericano es que no hay aquí la esperada exaltación épica o la crítica despiadada a los ideales pregonados por el controversial personaje. En otras palabras, no esperen ver un relato argumental del tipo de persecuciones y batallas, intercaladas por alguna historia sentimental, y con el triunfo alcanzado luego de denodados esfuerzos, con algún discurso ideológico justificatorio al final.