Diciembre
4
Como nosotros, los árboles recuerdan.
Pero ellos no olvidan: van formando anillos en el tronco, y de anillo en anillo van guardando su memoria.
Los anillos cuentan la historia de cada árbol y delatan su edad, que en algunos casos llega a los dos mil años; cuentan qué climas conoció, qué inundaciones y sequías sufrió, y conservan las cicatrices de los incendios, las plagas y los temblores de tierra que lo han atacado.
Un día como hoy, un estudioso del tema, José Armando Boninsegna, recibió de los niños de una escuela argentina la mejor explicación posible:
—Los arbolitos van a la escuela y aprenden a escribir. ¿Dónde escriben? En su panza. ¿Y cómo escriben? Con anillos. Y eso se puede leer.
De Los hijos de los días, Siglo XXI, Buenos Aires, 2012.
* Eduardo Galeano nació en Montevideo en 1940. Allí se inició en el oficio periodístico, en sus años tempranos, y allí publicó su primer libro. Desde 1973, vivió exiliado en Argentina y en la costa catalana. A principios de 1985 regresó a Montevideo, donde actualmente vive. En dos ocasiones fue premiado por la Casa de las Américas y por el Ministerio de Cultura del Uruguay. Recibió el American Book Award de la Universidad de Washington por su trilogía “Memoria del fuego”, y los premios italianos Mare Nostrum y Pellegrino Artusi, por el conjunto de su obra. Fue el primer escritor galardonador con el premio Aloa, creado por los editores de Dinamarca, y también inauguró el Cultural Freedom Prize, otorgado por la Fundación Lannam, y el Premio a la Comunicación Solidaria, de la ciudad española de Córdoba. En 2008 los países miembros del MERCOSUR lo designaron primer ciudadano ilustre.
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