El 28 de julio de 1881 José Martí tuvo que abandonar a Venezuela. El día anterior le escribió una carta de despedida a su amigo Fausto Teodoro de Aldrey; se había convertido en persona no grata para el Gobierno de Antonio Guzmán Blanco, entre otras cuestiones, por su amistad con Cecilio Acosta,* un intransigente fustigador de la dictadura que regía en Venezuela. Cuando Cecilio Acosta murió, Martí escribió un ensayo en el que elogiaba a ese intelectual liberal, y lo publicó en el segundo y último número de la Revista Venezolana. Esto le valió que Guzmán Blanco le haga llegar su voluntad de abandonar el país, lo que hizo al día siguiente.
Caracas, 27 de julio de 1881
Sr. Fausto Teodoro de Aldrey
Amigo mío:
Mañana dejo a Venezuela y me vuelvo camino de Nueva York. Con tal premura he resuelto este viaje, que ni el tiempo me alcanza a estrechar, antes de irme, las manos nobles que en esta ciudad se me han tendido, ni me es dable responder con la largueza y reconocimiento que quisiera las generosas cartas, honrosas dedicatorias y tiernas muestras de afecto que he recibido estos días últimos. Muy hidalgos corazones he sentido latir en esta tierra; vehementemente pago sus cariños; sus goces, me serán recreo; sus esperanzas, plácemes; sus penas, angustia; cuando se tienen los ojos fijos en lo alto, ni zarzas ni guijarros distraen al viajador en su camino: los ideales enérgicos y las consagraciones fervientes no se merman en un ánimo sincero por las contrariedades de la vida. De la América soy hijo: a ella me debo. Y de la América, a cuya revelación, sacudimiento y fundación urgente me consagro, esta es la cuna; ni hay para labios dulces, copa amarga; ni el áspid muerde en pechos varoniles; ni de su cuna reniegan hijos fieles. Déme Venezuela en qué servirla: ella tiene en mí un hijo.
Por de contado cesa de publicarse la Revista Venezolana; vean en estas frases su respuesta las cartas y atenciones que, a propósito de ella, he recibido, y queden excedidas por mi gratitud las alabanzas que, más que por esas paginillas de mi obra, por su tendencia, he merecido de la prensa del país y de gran suma de sus hombres notables. Queda también, por tanto, suspendido el cobro de la primera mensualidad: nada cobro, ni podrá cobrar nadie en mi nombre, por ella; la suma recaudada ha sido hoy o será mañana, devuelta a las personas que la satisficieron; obra a este objeto en manos respetables. Cedo alegre, como quien cede hijos honrados, esos inquietos pensamientos míos a los que han sido capaces de estimármelos. Como que aflige cobrar por lo que se piensa; y más si, cuando se piensa, se ama. A este noble país, urna de glorias; a sus hijos, que me han agasajado como a hermano; a Vd., lujoso de bondades para conmigo, envía, con agradecimiento y con tristeza, su humilde adiós.
Hola! buen día. Investigando un poco sobre mi apellido (Aldrey) conseguí este artículo en su blog, me gustaría saber que mas sabe.. tengo entendido que este señor Fausto Teodoro de Aldrey fue quien trajo la imprenta a Venezuela, de España supongo porque creo que de allá de La Coruña es que viene el apellido, y además era director del periodico? que interesante!! me encantaría que pueda compartir conmigo cualquier información sobre el.
Adriana, realmente solo sé que Fausto Teodoro de Aldrey era venezolano, amigo de José Martí y director-propietario del diario La Opinión Nacional. Si supiera algo más lo comparto con usted. Saludos.
Recomiendo a la persona que desea indagar acerca de Fausto Teodoro De Aldrey, qie con este nobre entre en INTERNET, y así hallará detalles de la vida y obra de este empresario y periodista venezolano,