Octubre
16
El jurista inglés John Cooke defendió a los que nadie quería y atacó a los que nadie podía.
Y gracias a él, por primera vez en la historia, la ley humana humilló a la divina monarquía: en 1649, el fiscal Cooke acusó al rey Carlos I, y su certero alegato convenció al jurado. El rey fue condenado, por delitos de tiranía, y el verdugo le cortó la cabeza.
Algunos años después, el fiscal pagó la cuenta. Lo acusaron de regicidio, lo encerraron en la Torre de Londres. Él se defendió diciendo:
—Yo apliqué la ley.
Ese error le costó la vida. Cualquier jurista debe saber que la ley vive arriba y hacia abajo escupe.
En el día de hoy de 1660, Cooke fue ahorcado y descuartizado en la misma sala donde había desafiado al poder.
De Los hijos de los días, Siglo XXI, Buenos Aires, 2012.
* Eduardo Galeano nació en Montevideo en 1940. Allí se inició en el oficio periodístico, en sus años tempranos, y allí publicó su primer libro. Desde 1973, vivió exiliado en Argentina y en la costa catalana. A principios de 1985 regresó a Montevideo, donde actualmente vive. En dos ocasiones fue premiado por la Casa de las Américas y por el Ministerio de Cultura del Uruguay. Recibió el American Book Award de la Universidad de Washington por su trilogía “Memoria del fuego”, y los premios italianos Mare Nostrum y Pellegrino Artusi, por el conjunto de su obra. Fue el primer escritor galardonador con el premio Aloa, creado por los editores de Dinamarca, y también inauguró el Cultural Freedom Prize, otorgado por la Fundación Lannam, y el Premio a la Comunicación Solidaria, de la ciudad española de Córdoba. En 2008 los países miembros del MERCOSUR lo designaron primer ciudadano ilustre.
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