Aimée G. Bolaños, mi amiga, poetisa y profesora, me ha enviado estas palabras tan hermosas dedicadas a Cintio Vitier. Pero por dificultades de correo saldrá con un poquito de retraso, pero con la misma vigencia. Gracias, Aimée y disculpa no publicarlo en tiempo:
Cintio Vitier Bolaños (1921-2009) ha cumplido un fecundo ciclo vital.
La obra fundadora de Vitier, uno de los más esclarecidos críticos e historiadores de la poesía cubana; también poeta, ensayista, narrador, constituye uno de los grandes patrimonios de la cultura cubana. Para legos y letrados, para todos los que alguna vez nos hemos preguntado sobre la condición insondable de la Isla Infinita, Cintio es maestro generoso e iluminado. Asentado en una tradición viva, desde el saber paternal de Medardo Vitier, hasta el convivio fabuloso con Casal y Lezama, con Rimbaud y los poetas jóvenes de su momento, bajo la sombra tutelar de Martí, Vitier nos ha permitido asomarnos al cosmos poético que nos forma en nuestra inconstancia. De este modo, en su quehacer se enlazan los versos de Silvestre de Balboa, que con sabiduría leyera, las hirsutas o sencillas rimas martinas, los oscuros esplendores de Eliseo, la opulenta imago lezamiana, todos dialogando poéticamente en cubano.
Así lo imagino ahora, en una conversación sabia y prudente, saboreando con ascetismo cada palabra, entre saberes, ironías e intuiciones, polemizando con el fuego…
Aimée G. Bolaños